La Junta Local Fallera de Alzira vuelve a los números rojos al cerrar el año con déficit

La vicepresidenta económica afirma no sentirse responsable de un desajuste que augura será de como mínimo 7.000 euros

«Hay facturas que no esperaba porque no me consultaron», afirma Paqui Vallés

Paqui Vallés y Bernardo Cortés, en un desfile, durante las pasadas fiestas.

Paqui Vallés y Bernardo Cortés, en un desfile, durante las pasadas fiestas. / Junta Local Fallera

La Junta Local Fallera de Alzira vuelve a estar en números rojos, según el balance del ejercicio presentado por la vicepresidenta del área económica, Paqui Vallés, en la asamblea de presidentes convocada con el objetivo de cerrar el primer mandato de Bernardo Cortés y convocar elecciones. El retraso del Ayuntamiento de Alzira en hacer efectiva la subvención de 130.000 euros que anualmente asigna a la JLF ha provocado que, además, todas las facturas de proveedores vinculadas a esos fondos no se hayan podido abonar todavía cuando en años anteriores se realizaba un adelanto de fondos a principios de marzo. No obstante, según la exposición de Vallés, más grave resulta la aparición de facturas a última hora que generarán un déficit de, como mínimo, 7.000 euros.

De hecho, el balance que Vallés había preparado para la asamblea reflejaba un superávit de alrededor de 2.500 euros si bien, según explica, apenas unos minutos antes de la reunión recibió una llamada de un proveedor que le anunciaba que tenía más de 8.000 euros pendientes de cobro. «Es verdad que a posteriori hemos cobrado algunas cosas, pero han aparecido otras facturas y tengo que rehacer todo el balance y volverlo a pasar a los presidentes, comenta Vallés, que estima que habrá un déficit de como mínimo 7.000 euros del que, afirma con contundencia, «no me siento responsable porque yo no he firmado nada». La vicepresidenta económica de la JLF atribuye este desajuste a facturas que han entrado «y no me esperaba porque se contrataron sin consultar».

Liquidación de la deuda histórica

Esta misma junta directiva había cerrado el año anterior con un superávit de 1.300 euros después de haber logrado enjugar la deuda histórica que arrastraba la JLF desde hacía casi veinte años. Las cuentas de la junta regresan a los número rojos a las puertas de las elecciones, en las que Cortés optará a la reelección.

Se da la circunstancia de que Paqui Vallés trata de conformar un equipo para presentar candidatura y disputar la presidencia a Cortés aunque, según ha señalado, todavía no ha tomado la decisión. 

Vallés, con todo, se muestra firme al señalar que si asumiera el mando no se repetiría esta situación. «Si yo me presento, muchas cosas no las aceptaría», señala, en alusión a pagos de «gasolina, almuerzos o meriendas» abonados con la tarjeta de la JLF. «Esto es un lujo y a todos nos cuesta dinero, hay muchas cosas que yo no hubiera consentido, pero estaba en una ejecutiva y no me puedo enfrentar a otras siete personas. Yo soy más austera, no me gusta despilfarrar, hay que tener el máximo control más cuando el dinero no es mío», señala. Levante-EMV ha intentado contactar con Bernardo Cortés, aunque no ha atendido las llamadas realizadas en los dos últimos días.

La JLF de Alzira ha gestionado en este último ejercicio alrededor de 221.000 euros entre la subvención municipal pendiente de cobro, las aportaciones patrocinadores y los cubiertos que pagan los comensales a los diferentes actos organizados por la entidad a lo largo del año.