Imelda Marrufo ha estado en Valencia invitada por el Institut de Drets Humans de la Universitat de València y el Comité de Solidaridad con México. Una incansable luchadora por los derechos de la mujer en el país centroamericano.

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?¿Quién está detrás de la incensante matanza de mujeres en Ciudad Juárez?

En primer lugar, tiene que ver con la violencia de género que en México tiene un carácter estructural, de misoginia, de machismo. Una sentencia de la Corte Interamericana incluso habla de feminicidio. La violencia en mi país está infiltrada en todos los sectores: La Iglesia, la escuela y la vida social pero el Gobierno no la combate. En segundo lugar, ya avisamos en 1993 de que si se castigaban estos asesinatos la violencia iba a ir a más. Si durante casi 20 años permites asesinar sin que prácticamente pase nada, seguirá habiendo muertes.

La impunidad parece total.

Claro, es que, además, existe una gran corrupción entre las autoridades. En algunos asesinatos de mujeres han participado agentes públicos. Ciudad Juárez se ha convertido en unas de las ciudades más violentas de México y del mundo. Los últimos gobiernos, sobre todo el de Calderón, no han tenido la voluntad política de acabar con la violencia. El presidente incluso ha generado un discurso de que todo era una cosa del pasado, que era un problema superado, pese a que las cifras decían lo contrario.

Y las pocas medidas adoptadas han producido el efecto contrario.

Sí, en marzo de 2008, por ejemplo, se empieza a militarizar la ciudad para combatir el narcotráfico. Pues bien, si en 2007 hubo 300 asesinatos en 2008 se contabilizaron 1.607, 2009 se cerró con 2.552 y en 2010 llegamos a 3.100.

El perfil es el de una mujer entre 10 y 35 años y de clase humilde.

Tiene que ver con la situación de la mujer, con su condición social. Cuando más vulnerable es más fácil es asesinarla. Es muy alarmante también la cifra de mujeres desaparecidas, más de 200 en los últimos años y ninguna ha aparecido con vida. Pero de esto se habla bien poco a pesar de que ciertos casos bien documentados nos conducen a la trata de personas. Y eso responde al crimen organizado, y cuando te enfrentas a estas mafias pones en peligro tu vida.

A nadie parece importarle mucho, ¿no?

El nivel de impunidad es del 77 por ciento, cifra que deja bien claro la gravedad de la situación. El caso Lastra es un buen ejemplo. Lastra es un agente del Ministerio Público que fue denunciado por varias niñas que iban a ser trasladadas a Florida. Al final fue procesado por un delito de fraude y salió libre. Nuestra lucha, sin embargo, empieza a dar sus frutos en otras zonas de México.

¿Qué relación tiene el narcotráfico con estos crímenes?

Existe relación en algunos casos, los relacionados con trata de mujeres. Pero al final siempre nos encontramos con la pasividad de las autoridades, por omisión o por protección a alguien. Y eso ha generado que las defensoras de los derechos de las mujeres nos encontremos en una situación muy complicada. Los ataques que recibimos son atribuidos a una confusión o a una coincidencia, como decimos allí a una bala perdida. Varias activistas han sido asesinadas, como Marisela Escobedo, tiroteada enfrente del Palacio de Gobierno, Josefina Reyes o Susana Chávez.