El hedor que desprendía el cadáver de su madre era ya insoportable. La mujer, de 56 años, llevaba unos dos meses muerta y su cuerpo estaba ya en avanzado de putrefacción. Sin embargo, Vicente no avisó a nadie e incluso ocultó a sus vecinos su fallecimiento cuando éstos preguntaban por ella. Su motivo era simple y deleznable. Seguir cobrando la pensión de ésta durante el máximo tiempo posible.

Durante estos dos largos meses -tiempo que hacía que los vecinos de esta finca de Aldaia no veían a la mujer- su hijo de 27 años convivió día tras día junto al cuerpo inerte de su madre, que descasaba en la cama de su habitación, con el único propósito de cobrar a fin de mes la pensión de unos 600 euros que ganaba su ya difunta madre.

Fue precisamente este olor tan desagradable el que despertó la curiosidad de sus vecinos de rellano. "Olía muy mal y había muchas moscas, pero es que de normal siempre ha olido bastante mal porque acumulan basuras", argumentó Bea, la joven que telefoneó a las 17.30 horas a la Policía Local de Aldaia temiéndose lo peor. Además otra vecina regresó de viaje hace dos meses y desde entonces no veía a la mujer.

Una patrulla acudió al domicilio, situado en el número dos de la calle Fernando Narbón de Aldaia. Cuando tocaron al timbre nadie les abrió y solicitaron la presencia de los bomberos. Éstos tuvieron que descolgarse desde la terraza al balcón de este último piso. Fue entonces cuando el hijo de la fallecida, que sí estaba en la casa, se digno a abrir la puerta.

Concha, de 56, estaba tendida en la cama de su habitación y en avanzado estado de descomposición. La Policía Nacional desplazada al lugar no halló indicios de signos de violencia. Todo apunta a que la mujer murió por causas naturales. De hecho los vecinos apuntaron que sufría una grave enfermedad desde hacía tiempo.

"Yo no soy capaz de hacerle daño a mi madre", manifestó Vicente a los policías negando que tuviera algo que ver en su muerte. Asimismo confesó que no había dicho nada de su fallecimiento para poder seguir cobrando la pensión. Después de que la comisión judicial autorizara el levantamiento del cadáver, pasadas las nueve de la noche, la Policía Nacional trasladó al hijo de la fallecida a la comisaría para tomarle declaración por si hubiera incurrido en algún delito.

Fuentes vecinales explicaron que a principios de abril iban a proceder a desahuciarles porque llevaban tiempo sin pagar el alquiler. Más tarde o más temprano la muerte de su madre habría si?do descubierta.