La empresa emergente Fiftykey busca a personas influyentes en las redes sociales a las que ofrece rentabilizar a sus seguidores. La compañía valenciana, que fue acelerada en Bbooster, tiene un catálogo con más de un millar «influencers» (como se conoce en la jerga «estartapera» a las personas con influencia en las redes) que pueden cobrar 150 euros cada vez que publican una foto y la comentan. Dentro del sector de la moda, que es seguido a través de redes como Instagram por jóvenes, hay «influencers» como Marta Lozano con más de 400.000 seguidores o como María Turiel Soler (Meryturiel) con 273.000. La compañía nació hace apenas un año, ya cuenta con diez personas en plantilla y su próximo objetivo es dar el salto a Madrid, según explicó el CEO y cofundador de la firma, Guillermo Jiménez. La empresa emergente juega en el nombre con el concepto de que a partir de 50.000 usuarios tienes relevancia en una red social (Fifty de cincuenta en inglés y key de clave).

El responsable de la compañía es un joven de 23 años que estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Jaume I de Castelló. La idea de Fitfkey se le ocurrió a Guillermo Jiménez durante el certamen publicitario Festival del Sol del año pasado. El joven coincidió con una usuaria de Instagram que tenía en aquel momento más de 17.000 seguidores y le llamó la atención que no le sacara rentabilidad económica a su cuenta. «Mostraba productos, pero no cobraba nada. Ella lo hacía porque le gustaba e interactuaba con sus seguidores», apuntó. Jiménez estuvo dándole vueltas a la idea y la impulsó con la ayuda de su socio Nacho King. Unas semanas más tarde coincidieron con una trabajadora de la aceleradora valenciana Bbooster y «allí empezó todo», en palabras del responsable de la compañía.

Fiftykey entró en el programa de aceleración de cuatro meses de Bbooster. «Vimos que era una oportunidad clara de negocio y nos volcamos en el proyecto. En Bbooster nos ayudaron a desarrollar el modelo de negocio, adquirimos habilidades, y aprendimos técnicas de marketing digital y a gestionar financieramente la compañía». El CEO de fiftykey añadió que el proceso de aceleración al que se sometieron estuvo muy enfocado a «conseguir una buena plantilla para desarrollar con éxito la idea».

Guillermo Jiménez apuntó que hay startups parecidas, pero el responsable de la compañía insistió en que lo que les diferencia a ellos es su juventud. «Somo milennials y conocemos a la perfección este ecosistema. Somos capaces de detectar oportunidades y diseñar estrategias para conseguirla».

Guillermo Jiménez incidió en que en el año que llevan trabajando han conseguido una cartera de más de mil «influencers». «Hemos trabajado con personas que tenían un millón de seguidores y con otras que acumulaban diez mil seguidores», precisó Jiménez. El CEO de la empresa puntualizó que el público de las redes sociales está segmentado por edades. «Las personas adultas utilizan sobre todo Twitter y Facebook, los milennials están más conectados a Facebook e Instagram, y los adolescentes a Instagram y Snapchat».

Nivel de «influencer»

El nivel de «influencer» también está vinculado al tipo de red social. La tarifa que Fiftykey paga varía en función del número de seguidores, el tipo de red social y la interacción. «No es lo mismo tener 1.000 seguidores en Youtube que en Snapchat. Es mucho más valioso tener seguidores en Snapchat».

La clave es que muchos seguidores son ficticios y plataformas como la red social Snapchat depuran a los seguidores que no son valiosos. El objetivo de los «influencers» es sobre todo alcanzar a jóvenes de entre 16 y 25 años, que «son los que mejor se han adaptado a las redes sociales».