Una multitud arropó ayer a la familia de Rebeca Borrás Lloret en el último adiós a la joven, fallecida el domingo tras ser arrollada por un conductor ebrio que se saltó un semáforo en rojo mientras la víctima atravesaba un paso de peatones con su bici. El trágico suceso ha consternado a los vecinos de Xàtiva, ciudad natal de Rebeca. Cientos de personas acompañaron ayer los restos mortales de la joven desde el tanatorio hasta la iglesia de la Merced, donde se ofició la misa por su descanso eterno. Clamaron al mismo tiempo en silencio contra una "injusticia" -palabra omnipresente en el funeral- que podría haberse evitado.

"Era una persona cariñosa, muy familiar y se merece el cielo. Asumimos lo que le ha pasado, porque le podría haber pasado a cualquiera y ya no se puede hacer nada", señaló a este diario Rafael, el hermano de la joven, aunque, como hacen el resto de sus familiares, piden que la justicia "cumpla su parte" con el conductor que presuntamente le atropelló. "Nada nos la va a devolver, no se puede hacer nada: ahora el que mande, que decida", señalaron.

El hermano y los padres de la joven fallecida presidieron la comitiva fúnebre. Los restos de Rebeca fueron incinerados, por expreso deseo de la víctima. "He ido a verla y estaba durmiendo; la he abrazado, y no se despertaba". Las palabras, del padre, las narra en una red social el hermano de Rebeca, que la cita como "el mejor ejemplo del mundo. He seguido siempre sus pasos siempre, tanto en los mejores como en los peores momentos", señala Rafael. "Era una chica feliz, muy trabajadora, muy de su familia; no se merecía esto", apunta otro de sus familiares directos.

Muestras de apoyo

Desde que se conoció el fallecimiento de Rebeca, las redes sociales se inundaron de mensajes de apoyo a la familia por parte de amigos y conocidos de la víctima, todos ellos cargados de rabia, dolor e indignación. "No es justo que unas personas paguen las irresponsabilidades de otras", comenta una allegada. La frase "justicia para Rebeca" fue la más repetida tras el fatal suceso.

La fallecida explotaba su faceta artística en la facultad de Bellas Artes, aunque compaginaba sus estudios con un trabajo para costeárselos. Apasionada del dibujo, del arte, de la música, creativa, divertida, trabajadora... Así la definen quienes la conocieron. Xàtiva sigue conmocionada por la muerte de una joven que estudió en el IES José de Ribera y que, pese a mudar su lugar de residencia a Valencia, seguía muy vinculada con el municipio, donde se veía con los amigos de siempre. La de Rebeca es la segunda muerte por atropello que se produce en dos semanas. El primero fue el del septuagenario que falleció en Novetlè el jueves. "A todos nos hacía mejores personas", resume su hermano, antes de agradecer, en nombre de toda la familia, las innumerables muestras de afecto y solidaridad recibidas en las horas posteriores a la tragedia.