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De las necesidades, un negocio

Un empresario valenciano monta unos baños de pago junto a la Plaza de la Virgen ante la ausencia de aseos públicos y la afluencia de turistas

De las necesidades, un negocio

La falta de baños públicos en Valencia y la aparente necesidad que tiene la ciudad en este sentido han conducido a un joven empresario a montar unos baños de pago junto a la Plaza de la Virgen, envueltos, además, con una vistosa tienda en la que se ofrece ropa infantil, souvenirs o productos de alimentación.

Según explicó su gerente y promotor, Manuel Pascual, Netoilet nació de la necesidad personal, pues es un arquitecto técnico sin empleo, y la necesidad de la ciudad, que no dispone de estos servicios básicos. «Yo lo he vivido con mis hijos en el extranjero y veo que aquí no tenemos nada de eso», dijo.

Así pues, el pasado mes de diciembre abrió en la calle Navellos, a medio camino entre las Corts Valencianes y la Plaza de la Virgen, un local cuyo eje central son los aseos públicos. Se han instalado 10 cabinas entre señoras y caballeros, un baño adaptado para discapacitados, una sala cambiador y otra de lactancia a cuyas puertas se ha dispuesto una pequeña estancia con microondas para calentar biberones, entretenimientos para otros niños más mayores e incluso productos para picar algo.

El precio de cada uno de estos servicios es de 1 euro con tiempo ilimitado, aunque se les devuelven 50 céntimos si hacen alguna compra en la tienda. Y ya hay bonos de 10 entradas para personas que tienen interés en repetir visita. Es a 7 euros.

Al tratarse, además, de un local muy grande, Manuel pensó que los baños, que siguen siendo el eje del proyecto, podrían acompañarse con la venta de productos relacionados, como por ejemplo ropa de niño y de hogar, alimentación gourmet o souvenirs, ya que muchos de los clientes son turistas.

Y cinco meses después de iniciada esa aventura, el negocio puede decirse que marcha bien. «Los meses de enero y febrero fueron muy duros, pero ahora con la temporada turística la cosa va mucho mejor. Estamos contentos», afirma.

Sus dos dependientas, Marga y Almu, son las que mejor toman el pulso del negocio. Recorriendo las instalaciones explican que unos baños de este tipo «son una necesidad en Valencia», porque no hay baños públicos ni tampoco hay locales que ofrezcan servicios similares.

Aunque los hubiera tienen a su favor que se trata de baños modernos, absolutamente limpios e íntimos, que resultan muy agradables a los usuarios.

Por otro lado, quieren que este espacio sea punto de encuentro para nacionales, que «en vez de quedar las madres en la Casa de los Caramelos, pueda quedar aquí, atendiendo a sus hijos y con todas las comodidades posibles».

Otra ventaja es que se encuentra en pleno centro turístico de Valencia y en una zona de paso, lo que lo hace muy visible desde el exterior. De todas formas, han colocado un cartel en la calzada señalando su presencia.

Creen, por último, que no resulta caro, sobre todo si se tiene en cuenta la calidad del servicio. Yo he estado en Suiza y me han cobrado cuatro euros por entrar al baño», dijo una de las dependientas. «Y si vas a un bar y te tienes que tomar una consumición ya te gastas más de ese dinero», añade la otra.

De momento, la clientela así lo está entendiendo y todo parece indicar que el proyecto sale adelante. Esto es lo que se llama hacer de la necesidad un negocio. Con el tiempo se dirá si el negocio demuestra que existe la necesidad.

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