La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, presentó ayer la guía de recursos municipales para los estudiantes internacionales, la mayoría con beca Erasmus, y les pidió, además de que ejerzan de embajadores de Valencia en el mundo, que durante su estancia en la ciudad tengan «cuidado con el botellón».

Fue sólo un mensaje de pasada, pero las risas que desató entre el centenar de chicos que acudieron al acto fueron el síntoma claro de que es uno de los atractivos de los estudiantes internacionales y un auténtico quebradero de cabeza para las autoridades municipales.

Desde luego, el botellón no está en la guía presentada ayer por la alcaldesa, un documento virtual rotulado como «Valencia Guía de 2014/2015», que recoge los servicios deportivos, culturales, sociales, turísticos o empresariales que ofrece la ciudad.

Ante los estudiantes y los responsables de las universidades públicas y privadas de la ciudad, Rita Barberá explicó que Valencia es una «ciudad muy abierta», con «servicios de calidad» y con una «virtud fantástica que es su tamaño». «Las personas todavía dominan la ciudad, no como otras ciudades que dominan a las personas», dijo.

Por eso, les pidió que disfruten de todo, que vivan momentos inolvidables e incluso que si se enamoran se queden con nosotros. Desde luego, con la guía quiere que dispongan de toda la información, explicó la alcaldesa, para que «luego no se olviden de Valencia» y sean sus «mejores embajadores» en el mundo.

Este año está previsto que lleguen a la ciudad 4.000 estudiantes internacionales, sumando ya más de 20.000 desde el año 2011. A los que ayer fueron al ayuntamiento, se les obsequió con horchata, «una bebida buenísima que no tiene alcohol», remató la alcaldesa.