El alcalde de Valencia, Joan Ribó, dejó entrever ayer la posibilidad de crear una nueva Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en Russafa. Así lo hizo en respuesta a las preguntas que los ciudadanos plantearon en la cadena SER algunas relativas a las quejas por el ruido en este barrio. «Hay un problema que por desgracia no se atajó antes limitando el número de licencias que se dieron en hostelería y en determinados pubs», una situación ante la cual está interviniendo la Policía pero que se antoja insuficiente. El alcalde aseguró que «seguramente tendremos que ir a posiciones más serias» porque «hay muchas quejas de personas que viven en Russafa y que tienen dificultades para dormir». «Si las cosas no mejoran en Russsafa, tendremos que plantear alguna cosa especial como en otras zonas de la ciudad para que las personas puedan descansar», dijo, subrayando que «hay un derecho a descansar», pero «el derecho a gritar no existe».

En relación a las molestias que genera la prostitución el determinadas calles de Valencia, por una parte, y a las barbacoas que se realizan en algunas zonas, por otra, Ribó destacó que «Valencia es una ciudad muy ruidosa» y destacó que «tenemos que trabajar todos para disciplinarnos un poco más», al tiempo que defendió el derecho de las personas a disfrutar del espacio público. El alcalde también tiene previsto abordar con el delegado del Gobierno los problemas del botellón para pedirles la colaboración de la Policía Nacional.

El alcalde destacó que «es muy importante que los ministros se acuerden de que Valencia y esta comunidad están en España y necesitan tener unas inversiones y una financiación». En relación a las inversiones de la Generalitat en el presupuesto del año próximo, Ribó valoró que «por primera vez la Generalitat va a dar dinero al fondo de cooperación municipal», si bien no cifró la cantidad, al tiempo que echó en falta avances en la línea del metro de la T-2, inacabada desde hace años.

Joan Ribó, también se sometió a preguntas de ciudadanos realizadas a través las redes sociales, como la de una vecina de Valencia que se ha interesado por qué propuestas tiene el Ayuntamiento para los internos del CIE de Zapadores, ya que el alcalde aboga por el cierre de este centro. El primer edil explicó que el Ayuntamiento tiene una serie de servicios sociolaborales «en los que se podrían trabajar con estas personas». Además, planteó que, en estos momentos, se podían dedicar a la recolección de cítricos, ya que ha señalado que los «collidors» se han quejado de falta de mano de obra.

En relación a la polémica por los usos del carril taxi de Valencia, Ribó destacó que los taxistas abogan por liberarlo, mientras que el sector turístico y de restauración se opone, por lo que hay que «buscar un equilibrio». Ribó planteó la posibilidad de «avanzar en la idea de liberarlo» de forma que se disminuya el número de horas para que «cuando los autobuses de la EMT funcionen, el carril esté libre».

Otro oyente le preguntó cuándo habrá en Valencia una calle dedicada a Guillén Agulló, e indicó que en el cambio de nombres de calles han querido ir «con mucho cuidado y no cometer errores como en otras ciudades». Recordó que entre el 80 y el 90% de nombres de calles son de hombres, por lo que considera que se debe «equilibrar un poco» para que también haya una presencia importante de mujeres. En cualquier caso, respondió que «Guillén Agulló se merece una calle y lo vamos a hacer lo antes posible».