El joven de 17 años que cayó al vacío en la fábrica Turia el sábado pasado mientras se hacía unas fotos con unos amigos sigue ingresado en estado grave en la unidad de reanimación del hospital La Fe con un traumatismo craneoencefálico y un neumotórax, según informaron a este diario fuentes familiares.

Los hechos ocurrieron hacia las 19 horas del pasado sábado cuando el chico se reunió con un grupo de amigos, cerca de 30 adolescentes, que habían quedado a través de la red social Instagram para hacer una sesión de fotos en la antigua fábrica.

En un momento dado, el menor herido subió a la zona alta del edificio y pisó, sin darse cuenta, una lona que ocultaba un agujero en el suelo. Fue entonces cuando el chico cayó al vacío desde una altura de aproximadamente 15 metros, impactando contra el suelo y golpeándose fuertemente la cabeza.

Al presenciar el suceso, la mayoría del grupo de jóvenes abandonó el lugar donde se produjo el accidente y solo quedaron junto al chico de 17 años tres jóvenes, menores también.

Una de ellas, de 15 años, había acudido a la «quedada» junto al afectado desde el mismo municipio. Al ver como el herido comenzaba a convulsionar aplicó las nociones básicas de socorrismo que poseía. Le giró el cuerpo y lo colocó en posición lateral hasta que los servicios del SAMU llegaron al lugar de la tragedia y pudieron atender de urgencia al herido que fue trasladado inmediatamente al hospital La Fe, ingresado y atendido rápidamente dada la gravedad de su estado.

Fuentes familiares confirmaban ayer por la tarde a este diario que el joven de 17 años sigue ingresado en La Fe y permanece estable dentro de la gravedad.

Las primeras 48 horas tras un accidente de este calibre y dada la situación médica del joven, son fundamentales para la recuperación del paciente, que continúa con medicamentos que permiten rebajar el dolor de las lesiones.