Reconocimiento del Estado de Palestina

Patricio Simó

Patricio Simó

España ha dado un paso valiente reconociendo el Estado de Palestina junto a Irlanda y Noruega. Israel no ha tardado en responder, llamando a consultas sus embajadores en estos países que es el paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas.

España fue el primer país en condenar la agresión israelí al pueblo palestino sin que ello no significara condenar igualmente el atentado terrorista de Hamás que dio pies a Israel a tomarse la justicia por su cuenta, con el beneplácito de la comunidad internacional y, especialmente, de su principal aliado, EEUU que sigue suministrándole armas y apoyo económico.

Sánchez llevará al Parlamento el próximo 28 de mayo una iniciativa que ya se planteó hace diez años con el Gobierno de Mariano Rajoy que generó un gran consenso por parte de todos los grupos parlamentarios. Lo que entonces fue consensuado por parte del PP y el PSOE, hoy solo cuenta con el consenso de los socios del Gobierno.

Se ha criticado por parte de la oposición, si es el momento más adecuado para hacer este reconocimiento del Estado de Palestina, sin contar con el respaldo de otros socios europeos como Francia, Alemania o Italia y, además, hacerlo en plena escalada militar. Si atendemos a estas razones nunca se encontrará el momento oportuno de hacerlo y alguien tenía que dar el primer paso.

Con este reconocimiento del Estado de Palestina al que España espera que se adhieran otros países, Noruega no forma parte de la UE, aunque pueda calificarse de acto simbólico porque efectos prácticos no tiene ninguno, el Gobierno de España busca presionar a Netanyahu a un alto el fuego definitivo en la Franja de Gaza, tras casi ocho meses de guerra y con más de 35.000 palestinos asesinados, la mayoría mujeres y niños. En poder de Hamás continúan secuestradas más de un centenar de personas.

La respuesta militar de Israel, tras el atentado terrorista de Hamás que costó la vida a más de un millar de personas ha convertido la Franja de Gaza, tomando prestadas las palabras de Josep Borrell en el mayor cementerio del mundo, donde se bombardean hospitales y se impide la entrada de alimentos y medicinas para atender a la población civil que es la más castigada.

Condenar la agresión israelí que tiene todo su legítimo derecho a defenderse de forma proporcionada, no es apoyar la causa de Hamás que es un grupo terrorista que expulsó a la OLP de Gaza y que busca destruir el estado de Israel. Es sencillamente un acto de justicia ante unos hechos que son inhumanos.

La solución al conflicto en Oriente Medio pasa necesariamente por el reconocimiento de los dos Estados, Israel y Palestina, que garanticen la seguridad del Estado de Israel y al cumplimiento de las resoluciones de la ONU, que obligan a Israel a abandonar los territorios ocupados.