“La amnistía es un fraude. La amnistía es contraria a la Constitución. La amnistía se hace por una motivación particular y nada tiene que ver con el interés general. La amnistía es algo absolutamente inmoral”.
Recojo estas palabras del ex presidente Mariano Rajoy porque me parecen absolutamente necesarias en estos momentos en los cuales se puede actuar con absoluta impunidad contra quienes perpetraron un golpe de Estado contra las instituciones democráticas que tantos años de lucha costó conquistar en este país.
Tiene razón Rajoy cuando dice que la amnistía se hace por una motivación particular que no es otra que la de sacar adelante la investidura de Sánchez con los votos de ERC y Junts.
En el año 77 cuando se aprobó una Ley de Amnistía sí hubo razones que afectaban al interés general porque se produjo un cambio de régimen de la dictadura a la democracia.
Cuarenta y seis años después España es una democracia consolidada y un Estado de Derecho.
Cargarse los cimientos sobre los que se asentó la democracia es lo que quiere hacer ahora Pedro Sánchez para continuar en el poder.
Dar la razón a los golpistas que es lo que se pretende con esta Ley de Amnistía es reconocer que los que incumplieron la ley, declarando la independencia y convocando un referéndum de independencia actuaron de modo correcto mientras que los que no lo hicieron fueron los tribunales de justicia aplicando la Ley.
Es bueno escuchar las voces que todavía quedan en el PSOE, no solo las de González y Guerra, críticas con la postura de la actual dirección, que muchos quieren silenciar, de aprobar una ley que está fuera de la Constitución y que supondría un duro ataque a la democracia española.
Pedro Sánchez inició un peligroso camino con los indultos y con la reforma del delito de sedición y malversación, que puede derivar en una Ley de Amnistía y quién sabe si también en un referéndum de independencia, con el único propósito de seguir en la Moncloa, ninguneando al principal partido de la oposición y pactando con los independentistas el futuro de España.
