Las fallas de Oliva no tienen, a fecha de hoy, candidatas que aspiren a ser fallera mayor del próximo año 2012. El plazo de presentación finalizó el pasado martes sin ninguna aspirante, por lo que su elección se complica. La crisis económica parece estar detrás de los problemas que ha encontrado la Junta Local Fallera (JLF) para designar a la futura fallera mayor, ya que el desempeño del cargo implica siempre un esfuerzo económico para la elegida y su familia.

El presidente de la JLF, Juan José Llorca, aseguró que a partir de ahora empieza una labor de búsqueda por parte de la junta local que deberá encontrar lo más rápido posible alguna mujer mayor de edad que quiera representar la fiesta fallera de Oliva. Y es que normalmente a finales de junio ya se debería saber el número de aspirantes. Entre los requisitos, Llorca recuerda que cualquier chica mayor de edad que esté vinculada a la fiesta fallera puede ser perfectamente la máxima representante de las fallas de Oliva.

El colectivo fallero en Oliva lo conforman actualmente alrededor de mil integrantes. Una fiesta con una gran tradición que, como muchas otras, se ha visto afectada por la complicada situación económica que, entre otros aspectos, ha puesto en peligro su representación. Y es que, según Llorca, ésta no es la primera vez que la Junta Local Fallera se ve obligada a buscar una candidadata a ser fallera mayor de Oliva: "Hace dos años la antigua junta también se vio obligada a buscar una representante porque tampoco se presentó ninguna aspirante durante el periodo de inscripción". Finalmente encontraron a la joven que representaría las fallas de Oliva durante ese año, aunque se tardó bastante, explicaba el presidente. Y es que el gasto que supone representar a las fallas de Oliva ha alcanzado un nivel demasiado alto para la aspirante. Como comentaba el presidente, la fallera mayor no tiene la obligación de hacer un elevado desembolso si no quiere; no obstante, la representante, bajo la premisa "fallera mayor se es una vez en la vida", intenta hacer de su reinado el mejor año de su vida, con lo que todo ello comporta. Trajes nuevos, la contratación de un catering el día de la demanada que corre a cargo de la fallera mayor, entre otros gastos. Cada fallera se gasta lo que quiere pero siempre se intenta destacar en algún aspecto y eso supone una mayor inversión.

Por esta razón, son muchos los pueblos que se encuentran en esta misma situación. Fallas, fiestas patronales o localidades donde se celebran Moros y Cristianos, ven como año tras año se complica celebrar estas fiestas.