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Medio Ambiente

Cullera exige la compra de huerta para apoyar que la Albufera sea reserva de la biosfera

El alcalde Ernesto Sanjuán reta a Rita Barberá a que solicite la declaración como espacio sólo para el lago y la dehesa del Saler

El alcalde de Cullera y diputado de Turismo, Ernesto Sanjuán (PP), condiciona su apoyo para que el Parque Natural de l'Albufera opte a ser Reserva de la Biosfera a que la Administración Pública compre los terrenos de huerta privados que están en el término municipal de Cullera y forman parte del parque.

Así lo explicó el primer edil cuando el portavoz de Compromís, Pere Manuel, le preguntó en el pleno que se celebró ayer sobre el bloqueo que está ejerciendo Sanjuán para que el parque opte a esta distinción. De los 13 municipios que integran el parque, Cullera es el único que se opone y para cursar esta solicitud a la Unesco es necesario el apoyo unánime de todos.

«Cuando la Administración quiera, que compre los terrenos y, cuando los compre, declaramos lo que quieran», dijo Sanjuán, que como segunda opción, emplazó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a que el área que reclame ser reserva natural se restrinja al lago y la dehesa, ya que se trata de terrenos públicos. «Cuando la propuesta de la señora alcaldesa de Valencia sea que el lago de la Albufera y la dehesa del Saler» sean declarados Reserva de la Biosfera «nosotros lo llevaremos a aprobación y supongo que se aprobaría por unanimidad», dijo.

Perjuicio para propietarios

Sanjuán aseguró que, desde que hace 30 años se declaró l'Albufera como parque, los propietarios de Cullera no han recibido ninguna subvención y recordó el deterioro que sufre la Bassa de Sant Llorenç.

Además, los vecinos se han visto perjudicados porque sólo pueden plantar huertos y actualmente se hace difícil vivir de la agricultura, detalló. Así, mientras no lleguen subvenciones «no vamos a aprobar cosas que perjudiquen a los propietarios», insistió el dirigente del PP, que indicó que su postura es una decisión consensuada del gobierno local.

Sanjuán se escuda en que la franja de terrenos que comprende desde el Mareny de Sant Llorenç hasta el Faro son parcelas agrícolas que nada tienen que ver con el lago y aseguró que los propios propietarios ya se mostraron contrarios a formar parte del Parque Natural.

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