El primer plan de inversión local de la nueva Diputación de Valencia inyectará 72 millones de euros en los municipios de la provincia para atender «necesidades acuciantes» de los ayuntamientos y facilitar la creación de actividad económica. El presidente de la institución, Jorge Rodríguez, ofreció ayer, durante el primer encuentro comarcal con alcaldes que se desarrolló en el Palau de la Vila de Ontinyent, las primeras pinceladas de un programa cuyo contenido se detallará en profundidad en septiembre.

Rodríguez se comprometió a dar mayor protagonismo, capacidad de decisión y margen de maniobra a los gobiernos municipales sobre las ayudas que se desarrollan en cada localidad respecto a la anterior etapa de gestión. Las inversiones del nuevo fondo de cooperación, financiadas con el remanente de 2014 de la institución, irán dirigidas a introducir una mejora «en la calidad de vida de los vecinos» y se decidirán a partir «de criterios objetivos, de transparencia y participación» y no «de oportunidad partidista», según aseguró el también alcalde de Ontinyent, que anunció nuevas vías de colaboración con los municipios y mancomunidades y manifestó que el plan será «especialmente sensible con los pueblos pequeños», a pesar de que el importe de las inversiones atenderá a criterios poblaciones, por razones de «agilidad».

Al encuentro de ayer en Ontinyent también asistieron la vicepresidenta de la diputación, Maria Josep Amigó, el presidente de la Mancomunitat de la Vall d´Albaida, Vicent Gomar, así como todos los alcaldes de la Vall d´Albaida. Amigó manifestó la voluntad de la institución de potenciar los servicios mancomunados en las comarcas y «dejar de lado los proyectos faraónicos» para garantizar la cobertura de las necesidades básicas de los municipios «con independencia de su tamaño y color político». La vicepresidenta inició su intervención con una declaración de intenciones sobre el nuevo gobierno de la diputación: «Somos personas que venimos de la política municipal y compartimos la voluntad de acercar la institución provincial y hacerla funcionar de otra manera», subrayó. Amigó avanzó que en el presupuesto de 2016 comenzarán a atenderse las «necesidades sociales acuciantes» de los ayuntamientos, incrementado las partidas destinadas a Bienestar Social, remarcando que «hay pueblos pequeños que lo necesitan».

Los alcaldes presentes en el acto dieron la bienvenida a la disposición de la entidad provincial de articular planes de inversión que respondan a peticiones locales «y no a ideas de la diputación». También sugirieron la necesidad de mancomunar servicios públicos locales que permitan optimizar el gasto.