La remodelación afecta especialmente a los cargos de confianza ya que algunos de ellos han abandonado el centro, aunque la mayoría han acabado reubicados.

El sindicato Simap-la Ribera, en un correo que ha distribuido estos días a los trabajadores, señala incluso que el recorte en nóminas asciende ya a cien millones de euros, una cantidad que pasaría a engrosar el beneficio del accionista mayoritario, ahora Ribera Salud, empresa que está en manos del grupo nortamericano Centene y del Banco de Sabadell.

Fuentes de Ribera Salud declinaron realizar ningún comentario «sobre las medidas de gestión adoptadas».

Simap ha comunicado a los empleados que el desembarco de Ribera Salud ha significado «una importante remodelación» del organigrama de la empresa, es decir cambios en los cargos de gestión, que son puestos de confianza.

El propio sindicato ha realizado un recuento de una veintena de cambios entre el mes de agosto y el pasado lunes, 5 de octubre, aunque aseguran que no tienen información oficial por parte de la empresa. Aún así, el sindicato intenta tranquilizar a los trabajadores a los que reitera que los cambios sólo afectan al personal de confianza.

Cambios en el personal directivo

Según estas fuentes, en el organigrama de directivos, tanto directores como subdirectores, se han producido cambios sustanciales, pasando de 22 a 13 directivos, por la supresión de dos direcciones y 7 subdirecciones hasta el momento. Según sus cálculos, las retribuciones de los directores ascienden a unos 115.000 euros al año, mientras que un subdirector percibe 95.000, con lo que la poda de altos cargos hasta el momento podría suponer un ahorro de costes laborales para la empresa cercano al millón de euros. Para el sindicato, con la mitad de lo que la empresa recorta en salarios se podrían solucionar «problemas urgentes» en atención primaria.