El caso del atentado de Dénia se sigue dentro del sumario 61/1993 del juzgado central de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional. La Fiscalía pidió en 1994 el archivo de la causa al no identificar la policía a los autores del atentado. El juez Fernando Andreu ha ordenado ahora que le entreguen los exámenes psicológicos que le hicieron al marinero hace veinte años.

Francisco Montiel insistió ayer en que cree que es injusto lo que ha pasado ya que lo trataron desde el principio como víctima de un accidente laboral. «Caí inconsciente como consecuencia de la inhalación de humo y me llevaron al hospital La Pedrera de Dénia. No me cogieron allí porque decían que era un accidente laboral y me trasladaron al policlínico San Carlos de Alicante. Lucho por mí y por mis treinta y cinco compañeros del barco Punta Europa. Todos fuimos víctimas del atentado porque no nos desalojaron», advirtió. «Llevo veinte años en silencio y ahora me he decidido a hablar porque creo que fue una injusticia. Falló el protocolo de seguridad y los trabajadores fuimos las víctimas. La naviera solo se preocupó por los desperfectos materiales del barco. No nos ofreció ningún abogado para defender nuestros derechos», añadió.

Otro trabajador del barco también resultó herido tras la deflagración del artefacto. Los técnicos del Tédax advirtieron de que si hubiesen explotado en su totalidad las bombas habrían perforado el armazón del buque. r. f. valencia