Ni es nuevo ni se trata de hacer publicidad. Pero su perfeccionamiento en los últimos tiempos ha puesto más de moda entre los músicos con problemas dentales una ortodoncia «invisible» y movible. Es decir: que se puede quitar para practicar el instrumento y luego volverse a colocar.
Los dentistas la promocionan con anuncios como éste: «Puedes alinear tus dientes y lograr una sonrisa sana y bonita, sin dejar de tocar el instrumento que más te guste. Como son aparatos removibles, te los puedes quitar para practicar todas las veces que quieras. Sencillamente es un tratamiento a medida». O como éste: «Para un músico que toque un instrumento de viento, el tener que llevar ortodoncia puede resultar un problema, ya que los braquets [el aparato de toda la vida] le harán perder toda la fuerza del labio y además le pueden producir llagas en los labios, así como molestias al tocar el instrumento. La mejor solución para un músico que necesite llevar ortodoncia es la ortodoncia invisible».
Braquets fijos: llagas y molestia
Raquel Laparra ha colocado dos ortodoncias de este tipo a sendos músicos en las últimas semanas. Es el doble de cara „cercana a los 5.000 euros„ que los braquets metálicos fijos. Resultan más cómodo, dicen sus usuarios. «Siempre ha habido quien ha tocado el instrumento con braquets, pero te crea llagas, incomodidades y has de aliviar la molestia con cera de ortodoncia o papel de fumar. Pero se puede, claro», indica. También hay ortodoncia lingual „por detrás de los dientes„ pero que «molesta cuando picas el instrumento», agrega esta clarinetista e investigadora.
