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Plaga

El CIE sigue con la plaga de chinches pese al cierre para reformar y limpiar

Varios internos han precisado atención sanitaria tras sufrir picaduras - El centro reabrió el viernes, tras 15 días de clausura para desinsectar el recinto

El CIE sigue con la plaga de chinches pese al cierre para reformar y limpiar

Sólo cuatro días después de reabrir sus puertas, el centro de internamiento de extranjeros (CIE) vuelve a estar plagado de chinches. Al menos dos internos, como muestran las fotografías a las que ha tenido acceso Levante-EMV, precisaron asistencia sanitaria el lunes tras sufrir un ataque masivo que les dejó importantes lesiones en la piel. El recinto había estado cerrado durante dos semanas para, entre otros trabajos, someterlo a una profunda desinsectación por la plaga de estos hemípteros.

Los afectados pidieron asistencia el lunes por la mañana y el personal sanitario del CIE de Valencia constató que las pápulas que presentaban, así como el intenso picor, tenían el sello de los chinches de la cama, conocidos así por anidar preferente aunque no exclusivamente en colchones y ropa de hogar, lo que hace que muchas de las picaduras se produzcan mientras se duerme.

Es más, incluso se detectó un chinche en la ropa de uno de los internos afectados. El insecto fue eliminado, pero su presencia es la prueba de que la plaga persiste.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia admitieron el incidente, pero aventuraron la posibilidad de que los insectos hayan llegado entre los enseres y la ropa de los nuevos internos -hay 40 en la actualidad-, ya que consideraron «muy difícil» que sobrevivieran a la fumigación llevada a cabo. Incluso plantearon que los afectados ya hubiesen ingresado en el CIE de Zapadores con las picaduras.

Las fuentes también reconocieron que había sido detectado al menos un ejemplar vivo correteando por las prendas de un interno.

Algún mueble y la desinsectación

El CIE de Valencia cerró sus puertas el 29 de octubre, tras desalojar a los 120 internos que había entonces, y en ese momento la Jefatura Superior de Policía únicamente admitió que la clausura temporal obedecía a «tareas de mejora», sin hacer alusión a la plaga de chinches..

Las fuentes consultadas ayer por este diario explicaron que, durante esos quince días, los trabajos de reforma se han limitado a la reposición de sillas, mesas y estantes rotos o muy deteriorados, así como a la limpieza profunda y desinsectación de las instalaciones, que no parece haber arrojado los resultados deseados.

La plaga de insectos comenzó a manifestarse a principios del pasado verano, y generó una oleada de protestas tanto de las organizaciones que a diario acuden para prestar apoyo y atención a los internos, como de los sindicatos policiales, aunque Interior no reaccionó ni intentó poner remedio hasta finales de octubre, cuando la situación se hizo insostenible.

De hecho, no sólo los internos -extranjeros arrestados por infracciones administrativas al encontrarse en situación irregular y que están a la espera de su deportación- han sufrido picaduras: una de las cocineras también se vio afectada y precisó atención médica. Además, varios policías han matado chinches que se han encontrado en sus uniformes.

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