La confederación autonómica de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) Gonzalo Anaya, mayoritaria en la enseñanza pública de la Comunitat Valenciana, ha solicitado a la Conselleria de Educación que reduzca a la mitad las clases de religión en los colegios, dejándolas en una única sesión semanal en lugar de las dos actuales.

La propuesta se hizo en la Mesa de Padres de la Conselleria, donde Educación informó sobre las reformas de los decretos de currículo de Primaria y Secundaria que va a introducir por vía de urgencia con el fin de paliar los efectos «negativos» de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) de cara al curso que arranca en septiembre.

En el caso de los colegios de Primaria, el conseller Vicent Marzà finiquita la obligatoriedad de las cuestionadas miniclases de 45 minutos introducidas el curso pasado por la exconsellera Mª José Català con el propósito de que los escolares tuvieran sesiones diarias de matemáticas, castellano y valenciano.

La conselleria presentará a los colegios dos modelos de horarios, uno que conserva las sesiones de 45 minutos y otro que las amplia a 60 minutos. En ambos casos las sesiones suman un total de 25 horas lectivas semanales entre las que se incluyen los 30 minutos diarios del recreo. Es decir, que en modelo de tres cuartos de hora hay más sesiones y en el de una hora menos. En ambos casos, la única materia que no varía es la religión, que sigue con dos sesiones semanales de 45 minutos.

La confederación solicita a Marzà que deje la religión en una única clase semanal porque, según subraya en un comunicado, «esta es una buena oportunidad, que no se ha de dejar escapar, para reducir la carga lectiva de esta asignatura». Es más, la nota añade que la formación religiosa «con el tiempo deberá salir fuera del horario escolar y ser de carácter voluntaria». «Otras autonomías si que han tomado esta decisión y consideramos que la Comunitat Valenciana y el nuevo Consell deben continuar por este camino», concluye el comunicado.

La Gonzalo Anaya también reclama al nuevo conseller un «único horario en clases de 60 minutos» para todos los colegios de Primaria. La confederación sostiene que las sesiones de 45 minutos «además de ser insuficientes, se alejan de los intereses y las necesidades educativas del alumnado». Las Ampa de la pública recalcan que los escolares «necesitan un tiempo de transición entre sesión y sesión que no es posible» con las miniclases.

El modelo de 45 minutos, afirman, «tan solo funciona correctamente con grupos reducidos y con metodologías innovadoras y científicas como el aprendizaje cooperativo la educación inclusiva», por lo que no lo ven viable mientras no se apliquen estas nuevas metodologías.