El síndic socialista Manolo Mata (PSPV) no tenía intención de pedir turno de palabra para la explicación de voto, pero su olfato político le sugirió hacerlo al intuir que Bonig preparaba un alegato final cargado de munición. Consumió poco más de un minuto, pero suficiente para lograr que la bancada ocupada por todo el tripartito le aplaudiera a rabiar, sobre todo, cuando en tono mitinero defendió «la ideología dominante de la igualdad, la libertad y de la justicia social que acabe con los privilegios y devuelva el poder al pueblo». «Sin esta ideología no se puede ser nada», proclamó tras afirmar que el presupuesto aprobado era «más podemista, socialista, valenciano y compromizado que nunca». Un guiño a los socios de gobierno (sobre todo a Podemos) que, tras semanas haciéndoles tragar saliva, acababan de apoyar las cuentas.

Mata, que prácticamente improvisó todo su parlamento, sostuvo que, pese a todo, el Botànic gozaba de excelente salud y que la sintonía entre el gobierno y el parlamento era «absoluta»: «Los muertos que vos matais están mas vivos que nunca», indicó en mensaje directo al PP. «Nadie daba ni un minuto de vida a fuerzas tan hetereogénas, algunas sin experiencia de Gobierno, pero gozan de buena salud», proclamó, al tiempo que acusó a la oposición de «empeñarse en seguir protegiendo a las minorías». Mata defendió que las cuentas han beneficiado a los tres millones de personas gracias a las políticas sociales y rechazó que las cuentas sean «vengativas».

«Estamos ante una dinámica entre quienes quieren acabar con el espíritu de un pueblo, que creen que tienen los tribunales y los poderes fácticos a su servicio para para arrumbar a un Botàncic que goza de buena salud», insistió.