Hoy, viernes 19 de enero, hace exactamente un año que cayó tal cantidad de nieve sobre la A-3, a apenas unos kilómetros de la ciudad de València, que dejó atrapados miles de conductores durante toda la noche. El temporal entró en la Comunitat Valenciana un día antes y ya había dejado imágenes espectaculares de nieve al borde mismo del mar, como ocurrió en Xàbia y Dénia, además de permitir que cayera nieve granulada sobre la ciudad de València.
Horas antes, se había activado la alerta roja por frío y nieve en buena parte de la provincia de València, aunque donde más cayó fue en el interior y en la comarca de la Marina. En la provincia de Castelló, la capa de nieve llegó incluso a los 80 centímetros en algunos casos e incluso se cortó la autovía A-23. Ante tal situación, se suspendieron las clases en numerosos municipios de la Comunitat Valenciana y decenas de carreteras fueron cerradas al tráfico (entre ellas la A-3 o la A-7), además de clausurar tres puertos y dejar aislados cinco trenes de AVE.
Pero lo más grave ocurrió esta noche hará un año, cuando el accidente de un camión convirtió la A-3 en una trampa para decenas de conductores a primera hora de la tarde. Para ese entonces, la nieve ya había empezado a caer sobre la carretera y, para cuando se retiró el vehículo pesado, la caída de un cable de alta tensión entre Buñol y Siete Aguas, al que luego le siguió otro, dejó atrapados a casi 2.000 conductores que tuvieron que permanecer en la vía durante más de 12 horas, en plena noche y a temperaturas realmente gélidas.
Además, puntos como Utiel o Requena tuvieron que afrontar una situación de aislamiento en precarias condiciones, puesto que en muchos puntos se vieron interrumpidos los servicios de suministros básicos, como la electricidad.