Los hospitales valencianos «cerrarán» más camas el próximo mes de julio de las que se cerraron el año pasado. Por contra, en el mes de septiembre habrán más disponibles que las que hubo en el mismo periodo del año anterior. Así se desprende de los datos aportados ayer por la Conselleria de Sanidad sobre el plan de sustituciones de vacaciones y refuerzo de este verano 2018 que llega en mitad de las críticas de profesionales, sociedad científicas y sindicatos por su tardanza y los problemas que esta «falta de planificación» va a conllevar en el día a día sanitario.
La necesidad de que los profesionales disfruten de vacaciones y la bajada de las intervenciones programadas (que no de las urgentes) está detrás de la decisión que se toma anualmente de «cerrar» salas de hospitalización en los centros valencianos. Con ello se ahorra en personal y se aprovecha, en ocasiones, para acometer obras. El problema es cuando esas salas cerradas entorpecen el funcionamiento del centro, por ejemplo por un aumento de demanda a través de Urgencias y es necesario, como en otros años ha sucedido, poner tres camas en una habitación.
Así, este año en julio se cerrarán el 9,25 % de las camas del «parque» hospitalario valenciano, que suma más de 9.600 en toda la Comunitat Valenciana. El año pasado en el mismo mes se cerraron el 8,4 %. Las cifras se invierten en septiembre: el año pasado se cerró este mes un 10 % del total de camas y este año el porcentaje baja unas décimas hasta el 9,19 %, lo que supondrán unas 884. En agosto quedarán inhabilitadas el 13,98 % del total, más de 1.300 camas.
La explicación, según fuentes oficiales, está en un reajuste teniendo en cuenta también las vacaciones de los profesionales: si se van más de vacaciones en julio que en septiembre «habrá menos necesidad de camas durante ese mes». En cómputos globales, Sanidad defiende que, este año, se cerrarán menos camas que el anterior (en agosto este año se cierra el 13,98 % del total frente al 14,1 % que se cerró en 2017) aunque no se han aportado cifras por departamento ni hospitales.
Más dinero pero difícil ejecución
Esta es, de hecho, una de las principales críticas de los sindicatos a la presentación ayer de un plan de refuerzos y sustituciones de personal que, en años anteriores, llevaba ya sobre la mesa 20 días. En grandes cifras, el plan para el verano 2018 cuenta con 57,4 millones de euros, un 7,6 % más que el año anterior con lo que se quieren hacer un 8,6 % más de contrataciones: 8.643 en total. La gran mayoría con 53,3 millones irán para contratar al personal que hará las sustituciones mientras que otros 416 contratos se dejan para reforzar los puntos de mayor presión asistencial: zonas turísticas donde se reforzarán centros de salud (104 contratos: 26 en Alicante, 25 en Castelló y 53 en Valencia) y otros 312 para abrir 36 consultorios auxiliares.
«Las cifras pueden ser mayores que el año pasado pero otra cosa es ejecutarlo», aseguró ayer la secretaria de la federación de salud de CC OO, Rosa Atiénzar. «No tenemos el detalle del plan pese a que debería haber sido consensuado ni tampoco la ejecución del de 2017 pero viendo lo tarde que se llega y el problema en encontrar profesionales, dudamos de que se pueda llegar a ejecutar al completo», añadió. Cabe recordar que ya hay centros de salud que están buscando médicos para trabar en verano aunque no tengan la especialización MIR.
