No salir de casa. Más claro, agua. La premisa principal del estado de alarma es cristalina. Pero, aún así, los ciudadanos siguen convirtiendo la excepción (salir a comprar alimentos de primera necesidad o medicinas, acudir al trabajo, asistir a mayores o sacar al perro) en una excusa para pasear.
Además, en esas excepciones al confinamiento, hay que estar en la calle el mínimo tiempo posible, el imprescindible. Deben ser salidas rápidas e individuales. Y hay una norma infalible: el sentido común. Deben aplicarlo los ciudadanos, sobre todo aquellos que tienen la peligrosa querencia de romper cada dos por tres el aislamiento (salen a comprar tres veces al día cuando deberían hacerlo una vez cada tres días). Mientras, las fuerzas de seguridad, poco a poco, van recibiendo instrucciones más precisas sobre la puesta en práctica del decreto.
Las nuevas "aclaraciones" que se están enviando a los cuarteles y comisarías de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, pero también de las locales, inciden en que, "según evolucione la situación", los criterios serán más o menos restrictivos. Pero ahora mismo una norma es ya que sólo viaje una persona (el conductor, claro)por vehículo
. Eso es lo permitido.
Los agentes, sin embargo, valorarán las circunstancias excepcionales de que en el coche puedan ir dos personas (el traslado obligatorio de un mayor, por ejemplo, a un centro de salud, pero siempre en asientos lo más alejados posible).
Pero si los ocupantes son tres la denuncia es ya obligada. Mientras, en otros vehículos como furgonetas, se sanciona cuando la ocupación supera el 50 % de la capacidad del vehículo.
¿Pueden abrir los talleres mecánicos?
Una duda recurrente es si los talleres mecánicos o empresas con atención al público contempaldas como excepción (telefonía o informática, por ejemplo, y solo para urgencias) pueden seguir manteniendo contacto físico con los clientes. La respuesta tajante es "no". Los talleres de reparación de vehículos tienen prohibido abrir sus puertas. Deberán funcionar, y sólo para casos de urgencia, con la persiana bajada. Quienes lleven el coche a reparar deben dejarlo y marcharse. No pueden siquiera entrar en el taller.
En el caso de los comercios proveedores de fitosanitarios o de materiales de construcción, lo recomendable es que lleven el material adonde sea necesario. Los clientes (no particulares) pueden acudir a recoger los productos previamente encargados. Pero sólo puede ir una persona. Las empresas de construcción pueden seguir desarrollando su actividad, pero deben adoptar medidas adecuadas de prevención de contagios y de riesgos laborales.
Las tiendas de fitosanitarios de las cooperativas agrícolas mantienen su actividad, pero es recomendable aplicar la cita previa y que únicamente entre una persona a recoger el pedido y la siguiente espere fuera. Y sólo para profesionales, no para particulaes.
Mientras, los comercios minoristas no pueden abrir en ninguna circunstancia, pero sí tienen permitida la venta por internet y el envío a domicilio.
Los restaurantes, cerrados desde la medianoche del pasado viernes, sí que tienen un resquicio de actividad. Pueden llevar comida a domicilio. Sin embargo, está prohibido que se recoga en el establecimiento inclusoen el caso de que se entregue a través de una ventana.
El transporte de mercancias es básico en esta situación de alarma y de confinamiento de la población, sobre todo porque es la garantía de que se mantiene el abastecimiento de alimentos y productos y servicios de primera necesidad. De ahí que las gasolineras estén obligadas a facilitar el uso de los aseos a los conductores profesionales.
Dado que estos profesionales, los transportistas, son claves ahora para que no se produzca desabastecimiento, deben cumplir normativas de tiempos de conducción y descanso, los establecimientos con cocina, servicios de restauración o expendendores de comida preparada deberán facilitarles un servicio de "catering".
Está prohibido trasladarse a la segunda residencia desde el primer momento es, tanto dentro del municipio, de la provincia, de la comunidad autónoma o del país. Como por ejemplo, el éxodo desde Madrid a viviendas vacacionales que se produjo a finales de la pasada semana antes de que entrara el vigor el estado de alarma y que domentó nuevos contagios, según han admitido las autoridades sanitarias.
Las fuerzas de Seguridad son conscientes de que seguirán surgiendo dudas. Apelan al sentido común de los agentes y les recuerdan la trascendencia de su labor: "Estáis evitando muertes y enfermos futuros". Eso sí, ante la falta de justificación para romper el confinamiento, la reiteración en la acitud de salir una y otra vez de casa sin acatar las excepciones o la resistencia a colaborar y a acreditar a salida, con justificantes, tiquets y documentos de cualquier tipo, habrá (y está habiendo ya) sanciones, que pueden ir desde los 100 euros, la más leve, a 600.000 en los casos más graves. O la denteción, si la resistencia o la desobendiencia son especialmente graves.
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