El matemático y profesor de la Universidad Miguel Hernández, Santiago García Cremades, apuesta por un calendario de desescalada como el que se hizo tras el confinamiento, con relajación de las actividades al aire libre donde, recuerda, el riesgo de contagio cae 16 veces, con reapertura de terrazas en el caso de la hostelería, y con medidas variables en cuanto a cierres perimetrales y horarios en función de los datos de cada municipio como se hizo tras la segunda ola, cuando en la provincia de Alicante se cerraron solo algunos municipios por su alta tasa.

«Igual que la curva baja muy lentamente, la supresión de restricciones, aunque nos duela, debería ir igual. Tenemos que implementarnos en la cabeza un semáforo en ámbar, no en verde, y tener serenidad y conciencia a la hora de retomar las actividades económicas», asegura el matemático, quien en su estudio comparativo del covid como la competición en un partido de fútbol señala que en el minuto 20, donde nos encontraríamos en este momento, hay que mantener la guardia alta, «porque no estamos ni en el descanso ni en el final».