Investigadores españoles han publicado un estudio en el que recelan de los indicadores educativos para medir en estudios empíricos la relación entre la acumulación de capital humano y el crecimiento económico.

Según Rafael Doménech (BBVA Research, de la Universidad de Valencia) y Ángel de la Fuente (FEDEA e IAE-CSIC), autores del estudio, para medir dicha relación se utilizan datos sobre la cantidad de educación que ha recibido la población en edad de trabajar.

Sin embargo, Doménech y De la Fuente sostienen que esta variable es un indicador «muy imperfecto» del stock de capital humano porque «el nivel de conocimientos y competencias de la población puede ser muy distinto en países con niveles similares de escolarización si existen diferencias en la calidad de sus sistemas educativos o en la medida en la que tales conocimientos se acumulan o mantienen a través de otros canales, como la formación de adultos o el aprendizaje en el trabajo».

Los investigadores han sido cada vez más conscientes de las limitaciones de este indicador y han prestado una atención creciente a la calidad de la educación y a indicadores directos de las competencias y habilidades de la población que pueden ser «un complemento muy útil» de los datos de años de educación, dicen los investigadores.