El anuncio de la baja del histórico dirigente nacionalista Pere Mayor, que lideró la Unitat del Poble Valencià (UPV) desde 1986 y el Bloc hasta 2003, ha generado indiferencia en la dirección de Més Compromís, la formación sucesora del nacionalismo de raíz fusteriana que el pasado verano aprobó el cambió de nombre y reformuló sus estatutos con un discurso más social y menos identitario.

Mayor ha recibido el respaldo y la comprensión de referentes del sector más nacionalista del antiguo Bloc, precisamente del grupo que en el mes de junio se aglutinó contra la desaparición de la marca Bloc, en una votación en la que superaron el apoyo del 43% de las bases.

Mayor se marcha entre críticas a lo que considera docilidad de Compromís y la desaparición del discurso más valencianista. Asegura que ya no encuentra diferencias entre Compromís, PSPV o Podem y añade que su marcha es personal y no obedece a ningún movimiento organizado, pero lamenta el goteo de bajas, asegura, de históricos del nacionalismo en las comarcas. Añade que la formación actúa de comparsa y palmero y se ha dejado engañar con la financiación y se muestra partidario de abandonar el Consell.

Àlex Ruiz, que lideró el sector crítico con la dirección, cree que su marcha evidencia que muchos militantes ya no se sienten representados y que no se ha cosido el partido tras el congreso del pasado mes de junio. Dice que Mayor merece reconocimiento porque es el responsable de lo que hoy es Més. En la misma línea, el exalcalde de Sagunt, Quico Fernández, destacó que Mayor ha sido el líder indiscutible desde la transición y su marcha simboliza la desafección de una parte incluso mayoritaria de las bases.

El síndic, Fran Ferri, miembro de la ejecutiva de Més, respondió a Europa Press que hacía tiempo que ya no estaba en la vida orgánica y activa. «Creo que tampoco echaremos mucho en falta su presencia», añadió. El portavoz defiende que su partido continúa trabajando y ensanchando las bases del valencianismo político.