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Academias sin alumnos en verano por la falta de exámenes

La supresión de las pruebas de recuperación vacía las aulas que ayudan a repasar a los estudiantes y pone en aprietos económicos a los centros, que cuestionan los cambios introducidos con la Lomloe

Una de las academias de València que se ha resentido ante la falta de estudiantes durante el verano. | MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Con las aulas casi vacías, alumnos que ya no tienen la necesidad de estudiar durante el verano, a pesar de haber suspendido alguna asignatura, y cada vez más desmotivados durante el curso escolar. Estas son las consecuencias que deja en las academias de repaso la retirada de los exámenes de recuperación en la Ley Orgánica 3/2020, del 29 de diciembre, más comúnmente conocida como la Lomloe o la Ley Celáa.

Esta ley promulga la eliminación de las evaluaciones veraniegas en los cursos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), lo que ha causado un déficit directo de alumnos en las academias valencianas. Las propias empresas de refuerzo no dejan de protestar la medida. «Ha sido una catástrofe en todos los sentidos», comenta Lourdes Borrás, responsable de LB Formació.

A esta le ha afectado especialmente la eliminación de los exámenes de recuperación, ya que, mientras que en el mes de julio de años anteriores siempre tenían alumnos nuevos para preparar las convocatorias extraordinarias, «este año no ha venido nadie». «He tenido que pedir financiación al banco porque no me llegaba para pagar ni el alquiler ni la cuota de autónomo», explica Borrás.

La supresión de las convocatorias extraordinarias no es la primera medida que afecta a las academias. La Comunitat Valenciana durante el año 2013-2014 fue una de las primeras que se adscribió a cambiar el mes en el que tendrían que realizarse los exámenes de recuperación: de septiembre a principios de julio. «La afección más importante que tuvimos fue con el cambio de convocatorias, ya que redujo mucho la demanda de refuerzo en el verano», indica Pere Pau Carrillo, responsable de Forcuin. «Lo cierto es que todos los cambios establecidos en los últimos años no solo ha afectado económicamente a las academias y centros de repaso si no que consideramos que es una decisión que va en detrimento del alumnado», explica la encargada de Academia La Llibreta, Isthar Saldaña.

Soluciones de última hora

Algunas de estas compañías han tenido que implementar herramientas para evitar que los alumnos que sí que acuden a sus clases estén desmotivados. Una de las medidas que han impuesto en la Academia Hábito es intentar cambiar la idea de los padres y alumnos de que los estudiantes conseguirían pasar de curso sin tener que hacer ningún esfuerzo. «Hemos hecho mucha pedagogía durante el curso con alumnos y padres porque no todo el mundo iba a aprobar», explican en la firma.

Otras academias han flexibilizado la organización de sus clases para facilitar la entrada de alumnado. «Normalmente intento que se apunten por meses, a partir de noviembre ya fue por semanas y ahora les he dejado apuntarse por días. Es flexibilidad máxima», sostienen en una de ellas.

Desde la Academia Estudi, en cambio, señalan que no han notado un gran descenso de alumnos porque la ley aún es muy reciente: «no hemos visto una bajada ni una desmotivación que quizás sí que veamos el año que viene», auguran en todo caso.

Las academias comparten su desacuerdo respecto a los cambios introducidos por la Lomloe. Desde DOCEO Centro los consideran «un error» porque «luego en los años siguientes ves el retraso, les van a faltar los conocimientos que les sirven como base». «En Europa estamos a la cola en el nivel de educación que proporcionamos a nuestros alumnos y a nuestros hijos. Con alumnos que pueden suspender varias asignaturas no vamos a mejorar, vamos a formar a ceporros. Si seguimos así vamos a seguir a la cola de Europa», opina Borrás.

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