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Los centros de salud harán ecografías y cirugías menores para aliviar un sistema saturado

Sanidad prepara el concurso para licitar la compra de 2.345 equipos entre ecógrafos, electrocardiogramas o bisturís eléctricos | Hay algunos departamentos que llevan años ofreciendo estos servicios mientras que, a otros, no han llegado

Un sanitario practica una intervención de cirugía menor en un centro de salud de Alicante. David Revenga

Que el médico de Familia sepa a ciencia cierta si ese dolor abdominal con el que el paciente llega es una piedra en el riñón u otra dolencia sin tener que esperar a más pruebas o quitarse esa molesta peca sin tener que ir al especialista o recibir en la misma consulta una infiltración para el dolor. Ese es el futuro que está por venir en la sanidad pública valenciana: que los centros de salud sean más operativos de cara a los usuarios sin tener que depender siempre de derivaciones a especialistas o pruebas complementarias en un momento, además, de saturación a todos los niveles.

Es algo demandado por los profesionales desde hace tiempo y que ahora está empezando a implementarse como parte del Marco Estratégico de la Primaria 2022/2023 de la Conselleria de Sanidad, diseñado en su día por la exconsellera Ana Barceló. Este plan prometía destinar más recursos al primer nivel de la sanidad para lograr que la denostada Primaria sea parte importante en la tarea de "desatascar" todo el sistema sanitario.

Para hacer posible estas consultas más operativas, hace falta equipamiento. Por ahora, Sanidad está a punto de licitar la compra de más de 2.300 equipos médicos: entre ellos más de 500 dermatoscopios (un aparato para examinar la piel), 332 electrocardiogramas, más de 200 ecógrafos, una setentena de desfibriladores o 340 equipos de cirugía menor, con los que resolver esos problemas para los que no hace falta entrar en quirófano.

Desde un mejor diagnóstico a quitar un absceso de pus

Solo con disponer de ecógrafos, los médicos de Familia podrían resolver muchos diagnósticos con mayor rapidez. "Con un ecógrafo en la consulta y un médico que sepa interpretar las imágenes, podemos saber si ese dolor abdominal difuso es una piedra en el riñón que necesita una derivación u otro problema que se soluciona con medicación. O por ejemplo un dolor intenso en el hombro, se puede saber si es una rotura fibrilar sin más o un problema de calcificación", e incluso hacer allí mismo una infiltración para el dolor, explican fuentes consultadas por este diario.

Lo mismo pasaría con los dermatoscopios y las cámaras que llevan acopladas. "Enviando una foto de esa mancha o problema de piel al especialista ya nos pueden decir si hacer falta mandarlos a Dermatología o es algo que se puede solucionar en consulta", añaden, lo que ahorraría tiempo para los usuarios e, indudablemente, gasto en nuevas consultas. Con los equipos de cirugía menor se pueden resolver muchos problemas de bajo riesgo (como quitar un absceso de pus) solo con anestesia local y sin necesidad de tener que ir al hospital de forma mucho más rápida y con menor complicación para el paciente.

Una intervención de cirugía menor en un centro de salud de Alicante. PILAR CORTES

Eso sí, todo el planteamiento necesita formación y apoyarse en las nuevas tecnologías, otra de las patas del plan que se está desarrollando de forma paralela. De hecho, en un futuro, la administración quiere poner en marcha videoconsultas desde la propia APP Gva+Salut, herramientas para monitorizar a los pacientes crónicos de forma remota y mejorar la interconectividad entre los diferentes niveles sanitarios para evitar duplicidad de pruebas, por ejemplo.

Sanidad según el código postal: el problema de las desigualdades por territorios

Los electrocardiogramas y ecógrafos se van a repartir en todas las áreas de salud pero no pasa lo mismo con otros equipos como los de cirugía menor. Por ejemplo, las áreas de salud de Alicante, de forma generalizada, no han solicitado bisturís eléctricos porque allí la cirugía menor ya se está aplicando, una de las muchas desigualdades de la sanidad pública valenciana. Este, el de la falta de equidad en el acceso a los servicios de sanidad, es otro de los problemas que la administración quiere solucionar dentro de su estrategia para actualizar la Atención Primaria y que no solo se ve en este aspecto, sino en muchos como en los tiempos de acceso a pruebas diagnósticas (francamente variable según el área de salud) o el tiempo que se tiene que esperar para entrar a quirófano por algo no urgente, la conocida como lista de espera quirúrgica.

Peregrinaje del conseller para garantizarse el apoyo de los profesionales

La exconsellera Ana Barceló fue quien parió esta estrategia para revolucionar la Primaria pero está siendo su sucesor, Miguel Mínguez, el encargado de que eche a andar. Una de las primeras cosas que Mínguez está haciendo es peregrinar por todas las áreas de salud para explicar el plan a los profesionales sanitarios en un intento de ganarlos para la causa (el plan generó en su día críticas por parte de sociedades científicas) y disipar dudas ante los cambios que además llegan en un momento complicado, con una alta presión de trabajo en las consultas pese al recién estrenado aumento de plantilla.

Y todo porque hay cosas esperadas y demandadas hace tiempo por los profesionales como quitarles "papeleo" inútil que solo consume tiempo pero también introduce cambios internos "más sensibles" como el mayor protagonismo que va a tener el colectivo de Enfermería, que tendrá también un cupo de pacientes asignado. De ese interés por implicar a los afectados en la puesta en marcha del plan, han surgido varios grupos de trabajo que se están haciendo cargo de cada una de las cinco líneas estratégicas y 100 acciones en las que se concreta el plan. Para hacerlas posible, Barceló prometió entre este año y el que viene 326 millones de euros para inversión en infraestructuras, en personal y nuevas tecnologías.

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