Julio Ciges: un legado de difícil continuidad para el clero progresista

La misa funeral se celebra mañana sábado en Anna y será oficiada por el Arzobispo Benavent

Julio Ciges en una imagen de archivo.

Julio Ciges en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Mónica Ros

Mónica Ros

Julio Ciges Marín está considerado un referente dentro del movimiento progresista que reivindica una Iglesia que se sitúa en los márgenes. Ha fallecido en la madrugada de hoy y quienes le conocieron recalcan, sin dudarlo, su liderazgo. Fue un líder nato, una persona que podía haber ascendido a lo más alto de la cúpula eclesial. Tenía capacidad de sobra para conseguirlo. Sin embargo, se quedó en la base, en la parroquia. Se integró en el barrio, siempre al lado de los más desfavorecidos.

El pasado domingo, Julio Ciges concelebró la Eucaristía en la parroquia María Inmaculada de Vera de la Malva-rosa, su destino durante 28 años. Cinco días después, fallecía los 75 años tras una grave enfermedad. 

Quienes le conocieron dicen que su energía era desbordante. Licenciado en Psicología, escribió numerosos textos y libros para acercar la Iglesia al pueblo como firme defensor de que el cambio en la Iglesia era posible. Ejerció en Xirivella y en el barrio obrero de San Marcelino. Sin embargo, si algo destacan quienes hoy le recuerdan es que fue promotor del Fòrum Cristianisme i món d’avui y miembro y coordinador del Grup Cristià del Dissabte, un histórico colectivo religioso de pensamiento que ha destacado por su línea crítica con las posturas más conservadoras de la Iglesia y por la difusión de la lengua y la cultura valencianas. Y es que él, con el castellano como lengua materna, cada tercer domingo de mes oficiaba la Eucaristía en valenciano. Para el resto, siempre reservaba una escritura «en valencià» para visibilizar el idioma.

Antoni Duato, moderador del portal www.atrio.org, quien conoció a un Ciges seminarista y compartió con él amistad y vida hasta los últimos días del clérigo, lo define como «luchador». Pero especifica. «No era un luchador amargado, enfadado. Era un luchador optimista y lleno de esperanza».

Sin relevo generacional

Duato reconoce que Ciges deja un legado que no tiene relevo. «Como él hay más porque el Grup Cristià del Dissabte tiene un carisma especial, de desafío ante una Iglesia que estaba posicionada en el nacionalcatolicismo, que había abandonado el compromiso con la sociedad y con los pobres y sólo se refería a ellos en un ámbito asistencial y de caridad. Ciges representaba todo lo contrario. Tenía un carisma especial, un liderezgo único y por eso es especialmente sentida su ausencia», explica quien fuera presbítero durante 34 ños y seglar casado y con hijos durate casi 32. 

Honori Pasqual, capellán y miembro del Grup Cristià del Dissabte asegura que su compañero y amigo Julio Ciges fue un «avanzado» a su tiempo «en todos los campos de la vida» y lo califica como un «dinamizador» de la Iglesia. «En nuestro grupo faltan jóvenes. Quienes vivimos el Concilio Vaticano II éramos distintos de la juventud de ahora. Creíamos en un cambio que dependía de nosotros ante una Iglesia muy conservadora y muy carca. Las generaciones actuales tiene otras motivaciones», explica.

"Las generaciones jóvenes tiene otras motivaciones", aseguran

El geófrafo y actual comisionado del Gobierno para el corredor mediterráneo, Josep Vicent Boira, se reconoce amigo de Ciges por su vinculación al barrio, a la parroquia. Destaca los últimos libros de Ciges escritos durante la enfermedad, con el firme deseo de dejar su pensamiento y su lucha, negro sobre blanco. «Fue todo un referente y una persona que, pudiendo aspirar a los más alto, se quedó en la base», recuerda. Y pone el foco en la visita que le hizo el nuevo Arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, el mismo día de su toma de posesión. «Eso dice mucho de quién era Julio Ciges». 

De hecho, es el Arzobispo Benavent quien oficiará hoy sábado, a las 16 horas, la misa-funeral por su descanso eterno en la parroquia de La Inmaculada Concepción de Anna, su pueblo natal.