El Gobierno reconoce que modificó el decreto tras pactarlo con el Consell por las presiones de Page

El número dos de Transición Ecológica admite ante la consellera Navarro que el texto final no es el apoyado por la Generalitat en el Consejo del Agua y que fue alterado a instancias de Castilla-La Mancha

Teresa Ribera.

Teresa Ribera.

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

Al margen de presionar desde la calle y de recurrir el decreto que regula el futuro del trasvase Tajo-Segura ante el Consejo de Estado, la Generalitat quiere mantener tendidos los puentes del diálogo con el Gobierno para resolver el problema del agua, un asunto casi identitario en el sur del territorio valenciano y que puede ser decisivo en las inminentes elecciones autonómicas de mayo.  

En esa línea, la consellera de Agricultura, Isaura Navarro, mantuvo ayer una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente y número dos del Ministerio de Transición Ecológica, Hugo Morán, después de participar en la manifestación contra el recorte del trasvase en representación del gobierno valenciano.

Según expuso tras el encuentro bilateral, Navarro aprovechó el cara a cara con Morán para dejar patente el «malestar» del Consell ante «los cambios introducidos (al borrador del decreto) que se aprobó en el Consejo Nacional del Agua» a través de la disposición adicional novena así como evidenciar que la intención de la Generalitat es «volver al consenso» con el Gobierno y las autonomías sobre el agua.

«Queremos que a partir del diálogo se vuelva al consenso», añadió la consellera, que volvió a rebatir la versión del ministerio de Teresa Ribera, que asegura que el documento remitido al Consejo de Estado es el que se aprobó en el Consejo Nacional del Agua. «No es lo acordado, es otro texto», mantuvo Navarro tras el encuentro con Morán.

La novedad es que, según aseguró la consellera a este diario tras el encuentro con Morán, el secretario de Estado le reconoció que el Gobierno modificó el texto al que la Generalitat dio su apoyo en el Consejo Nacional del Agua, un extremo que el ministerio ha negado repetidamente en los últimos días. Según añadió Navarro, el texto original sí que incluía la disposición adicional novena, pero fue modificado tras las reclamaciones de Castilla-La Mancha.

A favor del caudal ecológico

Asimismo, la responsable de Agricultura también negó que la Generalitat se oponga al establecimiento de un caudal ecológico en el Tajo, como también ha deslizado Ribera. «Al contrario. Queremos que el caudal esté determinado por la calidad del río. Lo que no tiene sentido es hacer inversiones para mejorar la situación rio y que después el caudal se suba sí o sí. Consideramos que se ha de determinar cada año», expuso.

En cuanto a las alegaciones presentadas ante el órgano consultivo del Gobierno, Navarro indicó que el deseo del Consell es que el Consejo de Estado obligue a «volver al texto original». En todo caso, como ya han avanzado otros líderes de la Generalitat, Navarro dejó abierta la puerta a dar continuidad a la batalla judicial contra el recorte en caso de que el dictamen sea desfavorable.