Tribunales

"No puede ser juez imparcial de personas defendidas por este letrado"

El jurista Vicente Grima reiteró sus acusaciones al magistrado Megía Carmona, ponente en la sentencia de Zaplana, cuando coincidieron en un juicio en 2007 al que el abogado tuvo que renunciar

Ciudad de la Justicia, sede de la Audiencia Provincial de València.

Ciudad de la Justicia, sede de la Audiencia Provincial de València. / M. Á. Montesinos

El conocido penalista Vicente Grima y el magistrado de la sección cuarta de la Audiencia de València, José Manuel Megía Carmona se han evitado durante años, en la medida de lo posible. Los dos fueron protagonistas, como denunciante y denunciado, de una denuncia por cohecho en 1996 que acabó sobreseída en 1999

Los dos han vuelto a reencontrarse en el caso Erial donde Megía Carmona será ponente de la sentencia del caso que juzgará a los expresidentes Eduardo Zaplana y José Luis Olivas, junto a trece personas más. Grima defiende en esta causa al empresario Vicente Cotino. Al conocer la designación de Megía presentó un escueto escrito en el que planteaba a la sección cuarta si la elección de Megia se debía a un error dado «los antecedentes de abstención del magistrado».

Grima: "Este letrado ha acusado y seguirá acusando al señor Megía de haberle pedido dinero a través de personas interpuestas"

Como ha contado Levante-EMV, el abogado Vicente Grima fue el denunciante de los presuntos delitos de estafa, tráfico de influencias y cohecho que comenzó a investigar el Juzgado de Instrucción 19 de València en 1996. Un empresario transmitió a un cliente de Grima la propuesta de rebajar una condena «a razón de un millón de pesetas por cada año» de rebaja de pena. Sin embargo la causa fue sobreseída provisionalmente en 1999 por el magistrado del TSJCV José Flors. Una decisión confirmada por el TSJCV

Desde entonces el abogado y el magistrado se han evitado en la medida de lo posible. Aunque a veces no han podido evitarlo. Como sucedió en 2007. La sección segunda de la Audiencia de València iba a juzgar a un oficial de un juzgado de Alzira que escondió 52 causas en su casa para ocultar los «retrasos, irregularidades y defectos en la tramitación» de los expedientes. El funcionario llegó a suplantar la identidad del juez, el secretario judicial y un fiscal para los que trabajó.  

Titular de la primera noticia sobre la denuncia publicada por Levante-EMV

Titular de portada de la primera noticia sobre la denuncia publicada por Levante-EMV / Levante-EMV

Grima, que defendía al funcionario, recusó al magistrado Megía Carmona al conocer que sería el ponente de la sentencia. Una situación calcada a la que se ha producido ahora con la causa que juzgará a Eduardo Zaplana. La sección primera de la Audiencia de València rechazó apartar al magistrado

El día del juicio, celebrado en marzo de 2007, Grima planteó como cuestión previa la renuncia a defender a su cliente. Sus argumentos quedaron recogidos en una sentencia en la que fue ponente el mismo magistrado Megía Carmona a la que ha tenido acceso Levante-EMV

«La presencia del señor Megía en esta Sala constituye una vulneración del derecho al juez imparcial», aseguró el abogado Vicente Grima. Una vulneración, continuó, «que trae causa de que este letrado ha acusado y seguirá acusando al señor Megía de haberle pedido dinero a través de personas interpuestas». Por tanto, continuó, «no puede ser juez imparcial de personas defendidas por este letrado». Además de constatar que el magistrado «ha llamado repugnante y canalla a este letrado. Y, además, dice que se siente perseguido por este letrado». Grima fue sustituido por otro abogado presente en la sala ese mismo día. La sentencia fue condenatorio por conformidad, ya que el funcionario admitió los hechos. 

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