Queremos ver efectos ya...

Vista de la playa de Almardà en Sagunt, cada vez con más piedras y menos arena.

Vista de la playa de Almardà en Sagunt, cada vez con más piedras y menos arena. / Tortajada

Jorge Olcina

Se ha celebrado el día mundial del Clima, que viene a poner de manifiesto el grave problema que tenemos, como humanidad, por la acelerada evolución del proceso de calentamiento forzado por las emisiones antrópicas. Nada nuevo, pero si cada vez más preocupante. Al hilo de ello, cada vez es mayor la impaciencia de algunos medios de comunicación para ser los primeros en mostrar imágenes con efectos ya palpables del cambio climático: casas en la costa con el agua ya entrando en ellas, cultivo de cacao en valles del interior peninsular, guerras del agua al estilo Mad Max…No eso en España, de momento, no va a ocurrir. Es lo que tiene el cambio climático: es un proceso de fondo, que va manifestándose lenta pero progresivamente, que nos va a acompañar, al menos, durante este siglo. Y por eso, no debemos esperar imágenes como las señaladas. Aunque ya se va notando el efecto de la subida de temperaturas, el cambio en las precipitaciones y el desarrollo más frecuentes de eventos extremos. Con que nos fijemos en ello, es suficiente síntoma de que algo está pasando y que no es bueno: adelanto en las cosechas de algunos cultivos, destrozos en primera línea de costa por efecto de oleajes intensos, inundaciones habituales en núcleos urbanos por lluvias de intensidad, sequías cortas pero muy intensas, jornadas de calor cada vez menos soportables. Esto ya es suficiente para comprobar que nuestro clima va cambiando. No de forma radical, pero si evidenciando alteraciones que irán agravándose progresivamente. Lo iremos viviendo; en ocasiones, sufriendo. Esto es el cambio climático. Un lento tsunami que irá generando condiciones atmosféricas diferentes a las que hemos conocido. Y que supondrá cambios en el medio, en los paisajes. Y sin vuelta atrás. Al menos, de momento. Por nuestro empecinamiento en seguir haciendo las cosas mal.