Tribunales

Investigados con fortuna

Además de Corbín, Fabra, Crespo o Rus también ganaron premios de lotería | El empresario Febrer regalaba por navidad series enteras de décimos a ediles del PP y media serie a los del PSPV, asesores y secretarias

José Maria Corbín, Carlos fabra y Enrique Crespo, junto al número de lotería vendido por el PP de Manises en 2011.

José Maria Corbín, Carlos fabra y Enrique Crespo, junto al número de lotería vendido por el PP de Manises en 2011. / Eduardo Ripoll/Carlos Pascual/Manuel Bruque-EFE

"A quien mucho tiene más le viene", reza el refrán. Y así le ha sucedido a más de un investigado en las principales causas de corrupción valencianas a quienes la fortuna ha sonreído en las últimas décadas. El último en saberse que forma parte del selecto grupo de investigados con suerte es José María Corbín, el abogado y cuñado de Rita Barberá, alcaldesa de València de 1991 a 2015, agraciado con 420.000 euros en dos premios de lotería ganados entre 2005 y 2007.

Una información incluída en el sumario sobre la que han puesto el foco sus tres hijas, investigadas junto a su mujer en el caso Azud. Las tres hermanas declararon el 5 de abril que su patrimonio inmobiliario de tres pisos cada una lo obtuvieron gracias a la doble suerte de su padre: primero ganó una pequeña fortuna a la lotería, que invirtió y perdió pero que pudo recuperar para invertir en los tres pisos, según declararon a preguntas únicamente de su abogado.

No es la única alusión a la lotería que aparece en el caso Azud. Entre los regalos con los que el empresario Jaime Febrer agasajaba a los políticos, asesores y secretarias aparecen series completas de la Lotería de Navidad que recibieron en los años 2011 y 2012 concejales del Ayuntamiento de València como Alfonso Grau, José María Corbín, Jorge Bellver, Cristobal Grau y el gerente de Aumsa (Actuaciones urbanas municipales SA), Carlos Masiá, ya fallecido.

Un agasajo que también alcanzaba a concejales o personas cercanas al PSPV como Rafael Rubio (València),  Pepe Ruiz (Burjassot) no investigado en la causa o el jurista José Luis Vera, además de asesores y secretarias de los concejales populares, que recibían media serie (cinco décimos valorados en 100 euros), según consta en los listados que guardaba el empresario Jaime Febrer e incautados por los investigadores del caso Azud. No consta, por ahora, que la suerte sonriera a alguno de ellos en estos dos años. 

Aunque los pellizcos de suerte desvelados en el caso Azud son peccata minuta en comparación con los 2,2 millones de siete premios de la lotería que ingresó el expresidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra, entre 2000 y 2011. Fabra fue condenado por cuatro delitos de fraude fiscal al evadir a la hacienda pública un total de 700.000 euros entre 1999 y 2004. La Audiencia de Castelló le impuso un año de prisión por cada delito, además de una multa de 700.000 euros y la obligación de devolver esa misma cantidad al Estado.

También en el caso Emarsa la lotería tuvo un papel protagónico. Las agendas del exgerente de Emarsa Esteban Cuesta, en prisión para cumplir una condena de doce años de cárcel, revelaron durante la instrucción que regalaba un décimo a cada miembro del consejo de administración cada navidad. Los décimos los adquiría en octubre y el número elegido siempre acababa en "69".

El segundo premio de Navidad que vendió el PP de Manises

Aunque la palma se la llevó el exalcalde de Manises y expresidente de la Diputación de Valencia, Enrique Crespo, que fue durante trece años el «vendedor oficial» de los décimos de lotería del PP de Manises entre su familia, amistades y compañeros de partido. Una dedicación que fue tocada con la varita de la suerte el 23 de diciembre de 2011 al lograr el segundo premio del Gordo con el número 53.404, a razón de 125.000 euros el décimo.

Una suerte que le tocó en el peor momento ya que su gestión al frente de Emarsa, por la que cumple diez años de cárcel desde el 16 de noviembre de 2020 , ya estaba bajo la lupa judicial. El titular del Juzgado de Instrucción 15 acabó citándolo para que declarara cuánto dinero le tocó en el día en que la mayoría celebran la salud y sólo unos pocos dan saltos de alegría. Enrique Crespo saltaba aquel día pero, según declaró, sus saltos se debían al hecho de que «estaba feliz» por haber repartido 34,3 millones por los 275 décimos del número 53.404 que vendió directamente a sus allegados o los «17.000 millones de pesetas» que distribuyó el PP de Manises mediante la venta de 850 décimos distribuidos la mayoría en papeletas. Aquel día tambien resultaron agraciados Alfonso Rus y su jefe de gabinete, después investigados también en el caso Taula.

De los 275 décimos que vendió Enrique Crespo, 159 décimos fueron a parar a su familia (89 a sus padres y 70 a su hermano) además de dos talones de participaciones por un total de 22,7 millones de euros. Según Crespo él sólo se quedó con un décimo después de vender otros dos que le quedaba al exdirector del Hospital General Sergio Blasco, pendiente de juicio y sobrino del exconseller Rafael Blasco.

Enrique Crespo, sus padres y hermano llegaron a ser juzgados por alzamiento de bienes, acusados de esconder 12 millones de euros para evitar que fueron incautados por el Juzgado de Instrucción 15. Los cuatro fueron absueltos y la familia pudo recuperar los 12.375.000 euros que el juzgado tenía embargados desde 2014.

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