Universidades

El bloqueo de la financiación paraliza dos facultades, aulas y un campus tecnológico

La UV proyecta una nueva facultad de Biología en Burjassot y nuevos aularios en Tarongers; la UPV quiere ampliar la suya de Química y comenzar el parque tecnológico de Alcoi | La UJI, UMH y UA necesitan el dinero para afrontar la estabilización de miles de profesores

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia. / Daniel Tortajada

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Una nueva facultad de Biología en la UV, nuevos aularios en Tarongers, la ampliación del edificio de Química de la UPV y el impulso al parque tecnológico de Alcoi. Rehabilitaciones de edificios con "serios problemas de consumo" para paliar el coste de la energía, la colocación de placas solares por todo el campus de Vera y contratos estables a miles de profesores valencianos como exige la nueva ley de universidades.

Son solo algunos de los proyectos que están parados por culpa del bloqueo del plan plurianual de financiación de las universidades valencianas que, por segunda legislatura, fracasa en su aprobación. Todos ellos son de carácter urgente, para atender la demanda de nuevos alumnos o para la propia supervivencia de la facultad. Otras universidades, como la Jaume I de Castellón (UJI), ya han anunciado una "política restrictiva" para contratar docentes y que se han paralizado las inversiones para reforma y mejora de infraestructuras para este año.

Las universidades valencianas tienen necesidades de 2023, pero están ancladas en las cuentas del año 2009. Desde entonces no hay acuerdo para la financiación y por tanto, no se renueva el presupuesto. "Cada mes de noviembre tenemos que ir a conselleria para preguntar cuánto nos van a dar, así no se puede planear nada", expresa Mavi Mestre, rectora de la UV, que calificó de "muy triste" que los centros superiores se encuentren así al final de la legislatura.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia. / Daniel Tortajada

El nuevo plan de financiación es una de las grandes promesas de Conselleria para esta legislatura (ya lo era la anterior), y permitiría a los campus embarcarse en proyectos de investigación e infraestructuras a largo plazo, ya que conocerían de antemano el dinero con el que cuentan durante varios años, y no solo para el corriente, como sucede ahora, lo que limita su margen de actuación.

Por ejemplo, para que la UV construya nuevos aularios o facultades, necesitaría jugar con el dinero de varios años. Además, se trata de un solo plan de financiación para las cinco universidades públicas valencianas, en lugar de los cinco planes distintos que hay hasta ahora.

Junto con la UV, la UPV es la otra universidad con grandes inversiones pendientes, y otra de ellas es un edificio para el programa Generación Espontánea, con más de 2.000 alumnos que desarrollan en el propio campus proyectos de emprendimiento de todo tipo. El rectorado quiere proporcionar a estos estudiantes más espacios para crear sus prototipos e ideas.

El problema de la energía

El presupuesto de los campus sigue bloqueado, pero la energía no ha parado de subir y más con el conflicto de Ucrania. Por eso todos los campus están buscando rehabilitar edificios "con serios problemas de consumo y sostenibilidad", y para eso hace falta dinero que no tienen.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia. / Daniel Tortajada

La Universitat de València es una de las que tiene mayores problemas por la cantidad de edificios históricos que tiene en plena ciudad y que son muy caros de mantener energéticamente, cuestión por la cual reivindica una financiación a la altura.

La Politècnica, por su parte, ha comenzado a proyectar la instalación de placas fotovoltaicas por todo el campus para reducir su dependencia energética. La a Universidad de Alicante también tiene por delante obras para mejorar la eficiencia energética de los edificios.

La UJI tiene muchos proyectos en mente que iba a iniciar, como la mejora de infraestructuras docentes; acciones singulares de ahorro energético (parking solar, sustitución de maquinaria y luces por tecnología led) y la adecuación de espacios en el Ágora del campus para mejorar los servicios de atención al estudiantado. Todas estas actuaciones están paralizadas a la espera del plan de financiación.

Es más, la UJI se encuentra en una situación muy delicada ya que en 2022, por primera vez en su historia cerró sus cuentas con déficit de 15 millones de euros. Algo que, según la rectora Eva Alcón, "se consolidará en 2022 si no se resuelve la financiación y se atienden las necesidades".

Ley de universidades

La nueva ley de universidades recién aprobada por el Gobierno lleva consigo una serie de obligaciones para los centros para las cuales necesitan dinero. La primera es reducir la temporalidad del profesorado al 8 % como máximo (frente al 40 % actual). Esto afectaría a unos 8.000 docentes, según cálculos de la conselleria de Universidades.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia. Facultad de Ciencias Biológicas.

VLC Burjasot Campus de la Universidad de Valencia. Facultad de Ciencias Biológicas. / Daniel Tortajada

También se contempla la formación por Microacreditaciones, es decir, cursos cortos pensados para adultos que quieren adquirir nuevos conocimientos en un campo específico o actualizar los conocimientos que tienen en un campo para no quedarse atrás. "Todo esto también costará dinero, por eso es más urgente que nunca el plan", recordó Mestre.

Varias universidades, al ser preguntadas por el plan plurianual de financiación, han advertido concretamente de este último punto, que puede comprometer gravemente sus cuentas de cara al año que viene. De hecho, durante el nombramiento de José Capilla, rector de la UPV, como portavoz de las cinco universidades valencianas ya advertía sobre este punto: "sin presupuesto existe el riesgo de no poder reducir la temporalidad".