Casi 220.000 hogares monoparentales carecen de reconocimiento para acceder a sus derechos

Las familias valencianas con un solo progenitor denuncian su desprotección y reclaman más apoyo de la administración y medidas para favorecer la conciliación en el primer congreso autonómico

La Generalitat y el ayuntamiento reconocen que "queda mucho por hacer" y se comprometen a reforzar las ayudas

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Ainhoa se define como una "orgullosa madre soltera". En 2014 se sometió a un costoso y complicado proceso de reproducción asistida, pero las dificultades se acrecentaron después de nacer su hija. Cuando pidió un cambio horario en su empresa para poder cuidarla se lo denegaron bajo el argumento del "tú te lo has buscado". Fue a juicio y lo ganó. Llegó el confinamiento y un día, cuando daba de mamar a su bebé, su vida dio un vuelco: reparó en un bulto que resultó ser un cáncer de mama a cuyo tratamiento se le suma una enfermedad neurodegenerativa. A sus 48 años, Ainhoa está jubilada, no podrá trabajar más y cobra una pensión de apenas 700 euros al mes con la que tiene que sacar adelante su hija.

Ana, progenitora única de sus tres hijas (la primera de un padre ausente y dos mellizas por reproducción asistida), narra los graves problemas para conciliar entre horarios laborales imposibles que en la empresa le obligaban a reducir jornada y sueldo y solicitudes de becas de comedor escolar rechazas porque dicen que no cumple el requisito de renta. "Tengo el título de familia numerosa monoparental especial pero no me sirve de casi nada, siento que se me penaliza", lamenta, angustiada por el "vértigo" de ser el único sostén económico de sus niñas.

El primer congreso de familias monoparentales de la Comunitat Valenciana reunió este domingo cientos de ejemplos de este modelo de crianza y convivencia cada vez más arraigado en la sociedad para visibilizar la valentía, los esfuerzos y sacrificios de sus protagonistas y para poner el foco en la falta de ayudas, la desprotección y las penurias a las que en muchas ocasiones se enfrentan los progenitores que bien por decisión propia o bien forzados por los vaivenes de la vida sacan adelante en solitario la crianza de sus hijos, con el punto de mira puesto en la necesidad de que la administración deje de mirar hacia otro lado e intensifique su respaldo a una realidad en auge.

En la actualidad se estima que en la C. Valenciana conviven 240.000 hogares monofamiliares, aunque en la práctica solo unas 22.000 familias tienen reconocida esta condición, un desequilibrio que a menudo se explica por el desconocimiento de los derechos y beneficios a los que teóricamente da acceso el título que se expide a tales efectos, pero también por los obstáculos que se encuentran algunos solicitantes para que se les conceda.

Congreso de familias monoparentales en Valencia

Congreso de familias monoparentales en Valencia / Francisco Calabuig

En cualquier caso, si en algo coincidieron todas las voces congregadas este domingo en la Ciudad de las Artes de València es en que la red de cobertura para atender las necesidades de los hogares con un solo progenitor es todavía muy insuficiente. Una tesis sustentada en cifras: el 41% de las familias monoparentales de España está en riesgo de pobreza o exclusión social, mientras que el 53,7% no puede hacer frente a gastos imprevistos.

La presidenta de la asociación monofamilias, Beatriz Navarro, subrayó que la conciliación sigue siendo una de las mayores asignaturas pendientes para un colectivo "que ha estado marginado y mal visto pero que va en aumento" y que agrupa a una gran disparidad de modelos y perfiles de familias. Navarro demanda "más ayudas reales y apoyo a la administración" ante los "retos e inquietudes" del colectivo.

Congreso de familias monoparentales en Valencia

Congreso de familias monoparentales en Valencia / Francisco Calabuig

El congreso contó con representantes del Ayuntamiento de Valencia y de la Generalitat, que recogieron el guante y se han comprometido a reforzar el apoyo a las familias monoparentales. Julia Climent, segunda teniente de alcalde de Valencia, reconoció que "aún queda mucho por hacer" para mejorar su situación y ha señalado como una prioridad del consistorio avanzar en esa línea. En ese sentido, avanzó "importantes medidas para favorecer la concilicaión" como la gratuidad de la educación infantil o las bonificaciones en impuestos, teniendo claro que "no son suficientes".

Por su parte, la directora general de Familia, Infancia y Adolescencia y Reto Demográfico de la Generalitat, Elena Albalat, destacó que las familias monoparentales "van a ir en aumento" y "necesitan más apoyo de la administración" porque "no tienen los recursos que deberían". "Vamos a acompañarlas, vamos a agilizar todos los trámites y vamos a apostar en fomento de natalidad y la conciliación tanto para la maternidad como para paternidad", incidió.

Congreso de familias monoparentales en Valencia

Congreso de familias monoparentales en Valencia / Francisco Calabuig

"Soy viuda y nunca me han querido dar el título de familia monoparental"

En el evento también intervino la psicóloga Mar Sánchez, que habló de "cómo ser feliz en cualquier circunstancia" y puso el foco en la importancia de las redes de apoyo para sacar adelante la crianza. Además, una mesa redonda ha dado voz a diversas familias monoparentales de distinto tipo.

Carmen se divorció en 1995, cuando esta palabra todavía implicaba "ser repudiada por todo el mundo", y crió sola a su hijo, que tiene una enfermedad mental. Cuando se separó de su marido ella se fue a casa con 7.000 pesetas. Los reveses se sucedieron en 2007, cuando la crisis le dejó "sin apenas dinero para ir a comprar al súper" y le llevó a "encerrarse en casa". "La suerte es que tenía a mi madre y el apoyo de gente que me ha escuchado. A día de hoy hemos podido salir adelante y hemos comprado una casa", explicó Carmen, que animó a los presentes a "no tener miedo a pedir ayuda" y a "ocuparse y no preocuparse".

"El día a día es muy duro, hay que buscar apoyos en la familia o en los amigos"

María José Montalbà es viuda desde hace 20 años. Su marido murió en un accidente de tráfico y tuvo que criar a sus cuatro hijos sola, luchando mucho. Desde entonces ha pelado "muchos años" con la administración por obtener el título de familia monoparental, pero "nunca me lo han querido dar". "El día a día es muy duro, pero hay que buscar alrededor, en la familia o en los amigos, que siempre me apoyaron", apuntó.

Congreso de familias monoparentales en Valencia

Congreso de familias monoparentales en Valencia / Francisco Calabuig

Hombres monoparentales: "Te miran raro"

Vicente fue padre a los 38 años. Era algo que deseaba desde la adolescencia, pero no fue nada fácil adoptar sin una pareja. Forma parte del 2% de hombres monoparentales. "Fue un calvario, te piden muchos trámites y si eres hombre todavía es más difícil", señala. Después de un periplo por países como China o Cabo Verde, finalmente le llamaron desde Asturias y pudo adoptar a su hijo, que ahora tiene 17 años y describe su vida como feliz y tranquila. Para Vicente uno de los retos fue pedir el permiso de maternidad para poder cuidar de su pequeño el tiempo que este necesitaba. Tampoco fue fácil irse a vivir a Málaga por trabajo y sin una red de apoyo que le acompañara. Tamién ha tenido que lidiar con el juicio de los demás: "siempre te miran algo raro". Sus ingredientes para cuidar de su hijo: tiempo, normas y amor incondicional.

"La sociedad tiene que actualizarse y ver que hay familias diversas"

Laia está al frente de una familia monoparental con dos mellizos de seis años, uno de ellos con síndrome de Down. Un desafío sobre todo en lo económico porque tiene que sacarlos adelante solo con su sueldo. "Mi hijo necesita unas condiciones especiales y un apoyo para alcanzar unos mínimos en su día a día, es una lucha constante y un reto", apunta. Aún así, considera una "maravilla" tener una familia monoparental. "Mis hijos están encantados. Este es un modelo diferente y la sociedad tiene que actualizarse, ver que hay familias diversas, nos tenemos que resetear", incide Laia, que lamenta las complicaciones para la conciliación. "Hay que reivindicar que se acuerden de las familias monoparentales y las apoyen no solo de cara a la galería, porque la realidad es diferente. En las empresas pequeñas la cobertura si tus hijos se ponen enfermos no es la misma", indica.