Educación consigue paliar en un mes la escasez de profesores de Informática

Educación ha conseguido paliar la falta de docentes de Informática en un mes. De los cientos de vacantes sin cubrir que había desde el principio de curso, con más de cien aulas que no habían empezado a dar clase porque no tenía profesor, solo quedan 20, según asegura la Conselleria.

En realidad se ha encontrado candidato para todas las plazas menos una decena, pero algunos han sido descartados por no tener los requisitos para el puesto, con lo que la cifra se eleva a esos 20. Sin embargo, este mismo jueves se volverán a publicar una serie de plazas con las que Educación confía en solucionar el problema. Por otra parte, Educación asegura que también se han pagado los atrasos del bono a las escuelas infantiles, que llevaban desde septiembre sin recibir la ayuda.

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La escasez de docentes de Informática es un mal endémico en toda España. De hecho, la semana pasada, responsables de Educación de Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias, Murcia, Andalucía, Castilla y León y la propia Comunitat Valenciana se reunieron con el Ministerio de Educación para exigir que el máster de Educación no sea necesario para los docentes de Informática, y así encontrar más candidatos para las vacantes sin cubrir.

Otras soluciones que se debatieron con los sindicatos educativos fueron la contratación de técnicos de FP en lugar de licenciados o que la jornada de los actuales docentes pasara de 18 a 24 horas de clase semanales, para que pudieran atender un aula más y cobrando 400 euros extra.

Pese a todo, parece que ninguna de estas modificaciones va a ser necesaria porque el departamento que dirige José Antonio Rovira (PP) ha conseguido paliar gran parte del problema. Lo ha hecho con dos medidas; la publicación de plazas de difícil cobertura para que entren los opositores que no han aprobado la plaza y la colaboración de todas las universidades que han contactado con sus estudiantes de máster de profesorado y 277 opositores de informática.

El plan de Educación es seguir sacando plazas cada semana hasta que finalmente se cubran todas, pero hace menos de una semana el conseller de Educación, José Antonio Rovira, afirmó en Las Corts que estaba dispuesto a contratar profesorado sin requisito antes de que un estudiante se quedara sin profesor.

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Trabajo asegurado y bien pagado

Informática es una de las poquísimas carreras donde el sector privado ofrece mejores condiciones que la administración pública, con lo que no existen incentivos para trabajar en la administración. Esto, sumado a la alta demanda de informáticos de las empresas hace que sea la enseñanza la que se quede sin profesores. Menos, cuando el filtro que hay que pasar es un máster de dos años que no todos están dispuestos a hacer.

De hecho, es muy complicado que un informático acepte este trabajo porque implica años como interinos cubriendo vacantes de unos pocos días (o como mucho meses), en cualquier parte del territorio. "Prefieren un trabajo estable a estar con la incertidumbre de no saber dónde les tocará trabajar el día anterior, y más aún con la gestión de las adjudicaciones que está habiendo este año", cuentan la Asociación de Profesores de Informática de la Comunitat Valenciana.

La adjudicación de plazas de informática se va ordenando por méritos. En primer lugar, para aquellos que tienen el máster de profesorado y el título de valenciano, después para los que no tienen el máster. Pese a todo, es muy complicado encontrar docentes de esta especialidad.

Los requisitos para ser profesor de informática en la C.Valenciana son tener el Máster en Educación (CAV) y el nivel de valenciano C1. En realidad son las mismas condiciones para ser profesor interino de cualquier especialidad, pero la Asociación de Profesorado de Informática reivindica que se deberían rebajar todavía más por la falta de personal que hay.

El problema está afectando incluso a centros de Formación Profesional que no están impartiendo materias. "En Utiel, por ejemplo, tenemos clases a las que les falta uno de los dos profesores de la asignatura porque nadie viene, así que se están dejando muchos contenidos sin impartir", apuntan.

Lo que pide esta asociación a Conselleria de Educación son más facilidades porque, de lo contrario, no habrá profesores suficientes para las aulas que imparten la asignatura, como ya está pasando este año en casi un centenar de aulas valencianas.

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Nombres complicados y brecha de género

Otro problema que denuncia el profesorado de informática es el poco impulso que le da la administración a la asignatura a pesar de tener unas competencias tan fundamentales y ser una de las carreras universitarias más demandadas.

Uno de los cambios que introdujo la nueva ley educativa (Lomloe) fue pasar de dos asignaturas optativas a solo una. Esto ha provocado que menos estudiantes puedan matricularse en los últimos años. La asociación ya pidió el año pasado que el Ministerio de Educación hiciera una apuesta por la programación e incluirla como una materia específica a nivel nacional. Sin embargo, "lo que han hecho es poner cosas sueltas en diversas asignaturas como matemáticas, biología o Tecnología y Digitalización", criticaba la asociación en un comunicado.

Otro escollo para los informáticos ha sido el cambio de nombre de la asignatura, que ya no se llama "Informática". En primero de la ESO ahora es "Taller de Relaciones Digitales Responsables", en segundo y tercero se llama "Programación, Inteligencia Artificial y Robótica" y en Bachillerato se llama "Programación, Redes y Sistemas Informáticos".

"Lo que le ocurre a muchos estudiantes es que, o no saben que es la asignatura de informática, o piensan que es muy complicado por el nombre que tiene. Queremos que vuelva el nombre 'Informática', es como si cambias el nombre a la asignatura de Matemáticas por 'Álgebra y ecuaciones diferenciales'", explican los docentes.

Fuera de la docencia, otro gran problema al que se enfrenta la asignatura (y la carrera de informática) es la brecha de género. De hecho, se trata de la carrera más desigual en todas las universidades públicas (junto a Ingeniería Mecánica), donde más del 90 % del alumnado son hombres. Según denuncia la asociación, esto desincentiva también a las pocas mujeres que quieren estudiar esta carrera.