¿Recuerda la última vez que vio llover?

¿Recuerda la última vez que vio llover? ¿Cuántas veces ha abierto el paraguas en los últimos dos meses? Probablemente, le basten los dedos de una mano para contarlas porque según destaca la delegación en la Comunitat Valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), "sin lluvias generalizadas y significativas previstas para los próximos días en el territorio valenciano, estamos ante el mes de noviembre más seco del siglo y uno de los meses de noviembre más secos desde, al menos, 1950".

Hasta este pasado martes la precipitación media registrada en la Comunitat Valenciana este mes es de 2,7 litros por metro cuadrado (l/m²) y la previsión no es que vaya a aumentar mucho de aquí al próximo jueves 30. De momento, el pronóstico no señala lluvias a corto plazo. "Puede que la próxima semana haya algún chubasco litoral disperso que quizás altere algo el balance provisional", explica la Aemet. Por tanto, con toda probabilidad este mes se corone de momento como el noviembre más cálido de las dos décadas y tres años que llevamos de siglo XXI.

Solo tres noviembres más secos desde 1950

Si echamos la vista atrás, tan solo vamos a encontrar otros tres noviembres todavía más secos desde que en 1950 comenzaron a existir los registros meteorológicos generalizados que permiten estimar un promedio de precipitación media para los 23.255 km² de superficie de la Comunitat Valenciana. Únicamente 1981, 1950 y 1974 tuvieron un mes de noviembre más seco que 2023. El quinto más seco fue noviembre de 1992.

Estos son los 5 noviembres más secos en la Comunitat Valenciana desde 1950:

1. 1981: 0,1 l/m²
2. 1950: 1,6 l/m²
3. 1974: 1,7 l/m²
4. 2023: 2,7 l/m²
5. 1992: 3,3 l/m²

"Extremadamente secos"

La primavera y el otoño son las estaciones más húmedas en el clima mediterráneo como el nuestro, y en la Comunitat Valenciana los meses que concentran las precipitaciones acumuladas más significativas son octubre-noviembre y abril-marzo. Ambos bimestres este 2023, según subraya la Aemet han sido "extremadamente secos" en el territorio valenciano, hasta el punto de que son los menos húmedos de los últimos 73 años.

"El caso es que, como octubre también fue muy seco, con un déficit de precipitación del 87 %, el bimestre octubre-noviembre de 2023 es, provisionalmente, el más seco desde, al menos, 1950, con un déficit acumulado del 91 %", detalla la Aemet.

El poniente trae la sequedad

La agencia meteorológica explica que esta situación de ausencia de lluvias sin precedentes "está provocada por una continua circulación de frentes de poniente que dejan abundantes precipitaciones en la vertiente atlántica y muy escasas en el litoral mediterráneo". Y añade un dato revelador: "mientras que desde el 1 de octubre en Vigo se han acumulado 973 l/m², en este mismo periodo en Alicante el acumulado es de 2,4, en València 3,2 y en Castelló de la Plana 5 litros".

"Las primeras consecuencias de un periodo de dos meses con precipitaciones tan escasas es la gran sequedad del suelo", apunta la Aemet que aporta un mapa de porcentaje de agua disponible en la capa superficial, donde se aprecian los suelos muy secos en todo el litoral mediterráneo.

"Esta situación de un bimestre sin precedentes por su sequedad, ya lo hemos visto este mismo año, ya que el bimestre marzo-abril de 2023 fue el más seco desde que hay registros", añade la Aemet al recordar que "marzo también tuvo un carácter extremadamente seco, como abril, por lo que el déficit acumulado durante el bimestre fue del 95 %". "Es el bimestre marzo-abril más seco desde que hay registros y contrasta con el de 2022, que fue el más húmedo".

En resumen, en los dos bimestres más húmedos normalmente en la Comunitat Valenciana, este 2023 ha llovido alrededor de nueve veces menos: un 87 % respecto a lo habitual en el caso de octubre-noviembre y un 95 % menos por lo que respecta al de marzo-abril.

Los dos grandes incendios forestales del año

Estos sendos periodos extremadamente secos han sido el marco de los dos grandes incendios forestales de este 2023, ambos fuera de temporada: en abril el declarado en Villanueva de Viver que arrasó 4.700 hectáreas, con un perímetro de unos 50 kilómetros, y el de principios de este noviembre en Montitxelvo, que afectó a 2.580 hectáreas de suelo en un perímetro de más de 60 kilómetros de superficie. 

El riesgo de incendio extremo se eleva a 40 días más al año