Educación

El ayuntamiento envía un operario al colegio donde decenas de niños en silla de ruedas dan clase en el patio para que accedan al aula

El Ampa lleva dos años alertando de esta situación al consistorio y la Conselleria. Denuncian que el ascensor tiene 30 años y que ya se rompió tres veces el curso pasado

El ascensor estará arreglado definitivamente el jueves que viene

"Es un parche porque ahora los niños no pueden bajar al recreo con sus compañeros y se quedan en clase hasta las dos de la tarde", critica el Ampa

Clase de deporte adaptado en el CEIP Tomás de Villaroya de Valencia.

Clase de deporte adaptado en el CEIP Tomás de Villaroya de Valencia. / Miguel Ángel Montesinos

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

El ascensor roto que mantiene a más de 40 niños en silla de ruedas dando clase en el patio y el gimnasio del colegio Tomás de Villarroya de Valencia estará arreglado el jueves que viene. Así lo han comunicado fuentes del ayuntamiento de València, que aseguran que la alcaldesa María José Catalá "se ha comprometido personalmente con el centro a solucionar estos problemas rápidamente".

Mientras tanto, el ayuntamiento ha mandado un operario a las 9 de la mañana y otro a las 14 horas para que los niños puedan usar el ascensor al entrar y salir del cole y acceder al aula. Es una solución hasta que el consistorio disponga de la pieza para arreglar el ascensor definitivamente y lo arregle el jueves que viene. Para el Ampa del centro, es un parche: "ahora los niños en silla de ruedas están atrapados en el segundo piso de 9 a 14, cuando vuelve el técnico. No pueden bajar al recreo con sus compañeros. Al final estamos en las mismas, niños con menos derechos que otros", critican.

Este colegio situado en Valencia es de "matriculación preferente" para alumnado con discapacidad. Niños con y sin movilidad reducida dan clase juntos, pero el centro solo tiene un ascensor para el casi medio centenar de jóvenes en silla de ruedas. Un ascensor que, además, tiene 30 años de antigüedad y se estropea constantemente. El año pasado falló 3 veces y el Ampa del centro lleva denunciando esta situación desde el año 2022.

Desde entonces reclaman que se construya otro ascensor por si el primero falla. Pero también por otro motivo: el ascensor actual es muy pequeño y cada vez que los niños en silla de ruedas tienen que ir a clase se forman largas colas para subir. Tras volver a romperse, el centro tomó la decisión de poner aulas improvisadas en el patio y el gimnasio para todos los estudiantes, ya que no quería dejar de lado al alumnado con discapacidad.

Clases de deporte adaptado en el CEIP Tomás de Villaroya de Valencia.

Clases de deporte adaptado en el CEIP Tomás de Villaroya de Valencia. / Miguel Ángel Montesinos

Dos años pasándose la pelota

El Ampa denuncia que Conselleria de Educación y Ayuntamiento de Valencia llevan dos años "pasándose la pelota de unos a otros" con una burocracia interminable en la que siempre falta algún papel para que se inicien las obras del ansiado ascensor.

La anterior Conselleria, en manos de PSPV y Compromís, lo presupuestó por fin, y en agosto estaba previsto que comenzaran las obras, pero nadie vino. Después -cuenta el Ampa- se trasladaron a diciembre, pero tampoco vino nadie.

El ayuntamiento explica que "el lunes se dio el primer paso. Vino un técnico y lo arregló, pero el martes volvió a fallar (dejando atrapados a una alumna y una educadora), así que por cuestiones de seguridad se dejó fuera de servicio".

Según el consistorio, el ascensor necesita una pieza para la reparación que ya está pedida y que llegará el martes que viene. Se prevé que los trabajos de reparación duren dos días, así que el centro seguirá con esta situación hasta el jueves que viene como mínimo.

El segundo ascensor sigue parado

El segundo ascensor, después de dos años de quejas, no pasa de promesa política. "La empresa no ha solicitado la licencia municipal y se ha trasladado a conselleria que con una declaración responsable la empresa puede iniciar los trabajos", explica el ayuntamiento.

En el centro critican que han empezado el año 2024 "con los mismos problemas que acabamos el curso pasado" y que están obligando a que el personal del centro se las ingenie de la mejor manera que pueden para darles una educación lo más digna posible.

Pese a todo hay algunas asignaturas en las que es necesario un aula bien equipada. Aunque trasladaron estas clases a la planta baja, tan solo pudieron acceder "con mucha ayuda" algunos alumnos con dificultades motoras. Pero aquellos que no pueden moverse sin silla de ruedas directamente se quedaron sin dar clase.

Los menores y las familias llevan lidiando con este problema años, y denuncian que lo que han hecho los dos gobiernos municipales y los dos autonómicos" ha sido "pasarse la pelota de unos a otros sin darnos una respuesta firme y con compromiso de solucionar esto".

No queríamos dejar a los niños con discapacidad aislados, así que lo que decidieron hacer en el centro es organizar clases en el patio techado que tenemos, con sillas portátiles y que las clases vayan rotando al aire libre y en el gimnasio. Es terrible porque días como hoy con el aire que hace me decía la tutora que es imposible dar una clase en condiciones, pero era la única manera de que estos niños no se queden aislados", denuncia la presidenta del Ampa.

El Ampa critica que un centro de matriculación preferente como este no tenga recursos adicionales por si falla el ascensor, como rampas o salva escaleras, y más "sabiendo las necesidades que estos alumnos presentan". Los padres y madres reivindican que "llevamos mucho tiempo con grandes dificultades para atender las necesidades de nuestro alumnado y proteger sus derechos".