Seis religiones unidas para "la construcción de la paz"

Budismo, judaísmo, islam, cristianismo, hinduismo y bahaísmo. Son las seis grandes religiones que se profesan en el mundo. Representantes de todas ellas se reunieron ayer en el Aula Magna de la Nau, en Valencia, en el ciclo Diálogos sin Fronteras, “un lugar de lucha y defensa por la cultura de la paz”, según explicó Esther Alba, historiadora de la UV que dio el discurso inicial del acto, en una sala llena hasta la bandera.

Todos los representantes de los distintos credos coincidieron en que las religiones deben estar unidas en “la construcción de la paz” pese a las diferencias, fronteras, culturas y razas. “Ama a dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo. Esta es la base de todas las religiones”, explicó el portavoz de la asociación de amistad Judeo-Cristiana.

Moderada por Charo Pizano de de la Asociación València-Mediterrani para la UNESCO, la sesión unió las voces de destacados representantes de las principales confesiones: Ven Tenzin Choky desde la comunidad budista; Carmen Puig, en representación de la Asamblea Comunidad Baha’i; Swami Rameshwarananda Giri, miembro de la comunidad hindú y consejero de la Federación Hindú de España; Vicente Mota, como voz de la comunidad musulmana; Vicente Botella, representante de la comunidad cristiana y delegado diocesano de Diálogos y Relaciones Interreligiosas; y Francisco Fontana, presidente de la asociación Amistad Judeo-Cristiana.

El símbolo universal del pacifismo a nivel global, Mahatma Ghandi, fue la primera figura que destacó el líder hinduista sacó a la palestra. El cristiano recordó el evangelio con una frase de San Mateo “dichosos los que trabajan por la paz”. El judío subrayó la importancia del Shalom (paz) en la Torá. El musulmán condenó a aquellos que “se escudan en la religión para desatar guerras”. Todos predicaron en lo que se reconocen todas las religiones: “la defensa de la dignidad humana y de la justicia”.

Todos somos potencialmente otra palestina

Francisco Mota, de la asociación Amistad Judeo-Cristiana, ejerció de portavoz de la comunidad judía que no pudo asistir al estar celebrando el sabbath. Mota reivindicó que no cree en “religiones guerreras”. “En cada religión hay personas de todo tipo. Pero si uno profundiza en su religión llegará al convencimiento de que la paz es básica”.

Mota añadió que, de hecho, “toda la ética judía está llena de alusiones a la paz y a lograr la paz entre personas en conflicto. De hecho, este es un acto virtuoso que da beneficios en este mundo y en el venidero”.

Vicente Mota, representante de la comunidad musulmana, afirmó que “todos nosotros somos potencialmente otra Palestina. Cualquier pueblo del mundo, ante cualquier cambio de coyuntura política puede convertirse sin contemplaciones en otra palestina”. Mota cargó contra la maquinaria de la guerra que “ha neutralizado una región por intereses geopolíticos y de poder” y llamó a “alzar la voz” y no mirar con pasividad lo que sucede en Gaza. “No dejemos que nos digan que la paz debe imponerse a base de bombas. Malditos los que se escudan en la religión para desatar guerras y los que prefieren, antes que perder un dólar, que se pierda una vida humana”, sentenció. 

Solución para la paz

Vicente Mota, representante del cristianismo, aseguró que "aún es común pensar que las religiones son un problema para la paz". Para el cura, es todo lo contrario, las religiones son -o deberían ser- la solución. Aunque reconoció que hay algo de verdad en la primera afirmación y que se han iniciado guerras por motivos religiosos.

Para volver a evitarlo, Mota llamó al entendimiento y a lo que une todas las creencias, que es "la defensa de la dignidad humana y la justicia. Trabajar para la paz para reconocernos como auténticos hijos e hijas de dios", apuntó. Carmen Puig, representante de la comunidad Bahai, sintetizó sus ideas en un par de frases: "la ley de la supervivencia del más fuerte es el origen de todas las dificultades. La paz no es posible, sino inevitable".

Ven Tenzin, representante budista también profundizó en esta idea "en un mundo donde se suceden tantos conflictos las religiones tenemos muchísimo que aportar para la paz". Para ello, según Tenzin "hace falta un desarme externo, pero también interior. Desarmarnos del odio, del egoísmo y del extremismo. Sin eso, difícilmente vamos a tener un mundo en paz", aseguró.

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