Las pruebas de ADN ratifican que las ovejas de Aras de los Olmos fueron atacadas por perros

El análisis realizado por la Universitat Autònoma de Barcelona descarta la tesis del ganadero, que aseguraba que el ataque había sido efectuado por lobos

Las muestras de ADN mitocondrial halladas en las heridas de las ovejas son de perro, aunque en la zona también se han detectado excrementos de zorros

Ovejas muertas en Aras de los Olmos

Ovejas muertas en Aras de los Olmos / Levante-EMV

Vicent Rodríguez

El ataque a una granja de ovejas en Aras de Olmos hace unas semanas fue causado por una jauría de canes asilvestrados, pese a la denuncia inicial del ganadero de que se trataba del lobo ibérico (Lupus canis). Así lo confirma el análisis de ADN llevado a cabo en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), al que ha tenido acceso Levante-EMV.

Estos análisis, más específicos, vienen a coincidir con la necropsia parcial llevada a cabo sobre dos de los cadáveres en el Centro de Recuperación de Fauna "La Granja" de El Saler. Tanto los técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica como los de la Generalitat y veterinarios de la Universidad CEU Cardenal Herrera ya cuestionaban hace una semana la autoría del incidente. Las lesiones, localizadas en las glándulas mamarias, así como las heridas en extremidades delanteras y los flancos "son muy poco habituales en los ataques a ganado protagonizado por lobos".

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Cristóbal Aguado y Antonio Miguel Álvaro junto a las ovejas muertas / LEVANTE - EMV

Resultados del análisis

El Servei Veterinari de Genètica Molecular de la UAB, en un informe emitido el pasado jueves 15 de febrero, certifica que los tres hisopos que le fueron remitidos el día 31 de enero por la Universidad CEU Cardenal Herrera de València con saliva de un posible carnívoro recogida en las heridas de las ovejas contienen única y exclusivamente ADN mitocondrial de perro (canis familiaris).

Además, los técnicos de la Universidad CEU Cardenal Herrera de València también aportaron tres muestras de excrementos recogidas en la zona del ataque. En este caso, el informe revela que una de las muestras no ha podido ser amplificada y por tanto no se puede determinar su origen.

Mientras que las muestras de los otros dos excrementos corresponden, uno a ADN mitocondrial de perro (canis familiaris) y el otro a ADN mitocondrial de zorro (vulpes vulpes).

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