El ADN señala que el ataque a las ovejas no fue por lobos

No eran lobos, eran perros. El ataque a una granja de ovejas en Aras de Olmos hace unas semanas hay que achacarla a una jauría de canes asilvestrados, pese a la denuncia inicial del ganadero de que se trataba del lobo ibérico (Lupus canis). Así se deduce del análisis de ADN llevado a cabo en la Universidad de Barcelona. Aunque la Consellería de Medio Ambiente no dispone aún del informe oficial, el periódico La Razón avanzaba ayer los resultados preliminares del diagnóstico genético.

Estos análisis, más específicos, vienen a coincidir con la necropsia parcial llevada a cabo sobre dos de los cadáveres en el Centro de Recuperación de Fauna "La Granja" de El Saler. Tanto los técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica como los de la Generalitat y veterinarios de la Universidad CEU Cardenal Herrera ya cuestionaban hace una semana la autoría del incidente. Las lesiones, localizadas en las glándulas mamarias, así como las heridas en extremidades delanteras y los flancos "son muy poco habituales en los ataques a ganado protagonizado por lobos".

"Estos depredadores suelen derribar a sus presas, además de mediante dentelladas muy precisas en el cuello, con ataques a las extremidades posteriores y la región perianal", se apuntaba en el informe. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) insiste ahora en que “sea lobo o sea perro, la realidad es que hay diez ovejas muertas y más de 400 con riesgo de sufrir abortos". Los animales que irrumpieron en la explotación ganadera atacaron como lobos, mordieron como lobos y mataron como lobos. Y en el caso de que no fueran lobos, como parece que van a decir las pruebas oficiales, la consecuencia es la misma: ovejas asesinadas y traumatizadas”, remarcan.

Forma de actuar distinta a la de los perros

Antonio Miguel Álvaro, el ganadero afectado afirma que “los ganaderos de la zona llevamos toda la vida sufriendo ataques de perros asilvestrados y este no tiene nada que ver". "En primer lugar, los perros se ven antes y después del ataque, incluso pueden permanecer cerca del lugar hasta la llegada de las personas. Los perros tienden a amontonar a las ovejas, pero en mi caso estaban desperdigadas y no había ninguna muerta por aplastamiento", comenta.

Antonio Miguel asegura que cuando se trata de perros, se encuentran muchos mordiscos en los cuerpos, y que por el contrario, las ovejas muertas únicamente tenían heridas de asfixia. "Los perros también suelen dejar ovejas heridas por las dentelladas, que sobreviven, y en la granja no había ninguna", niega el ganadero. Por último, explica que cuando las ovejas son atacadas por perros, no soportan ver estos animales durante las siguientes semanas, mientras que esta vez han tolerado la presencia de perros y solo muestran miedo cuando ven sus sombras, similares a las de los lobos.

El lobo es un problema para la ganadería

"El lobo está aquí y con el tiempo se verá”, declara el ganadero. Por esta razón, ha solicitado que el Gobierno reconozca el problema real que supone la expansión del lobo para la ganadería y que establezca unas compensaciones justas, adecuadas y sin tanta burocracia para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas.

AVA-ASAJA solicita al Gobierno que rectifique como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y emita un voto favorable en el Consejo de Europa ante la propuesta de la Comisión Europea de flexibilizar el estatus de protección del lobo, pasando de la categoría “estrictamente protegido” a “protegido”. En caso de que esta sea aprobada, permitirá controlar mejor la especie, insisten.