División entre los propietarios del edificio calcinado en Campanar

La aprobación de un peritaje independiente al del seguro deriva en un conflicto entre los vecinos

Los vecinos afectados por el incendio en Campanar

Los vecinos afectados por el incendio en Campanar / Agencias

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Llegar a un consenso en una comunidad de vecinos no es tarea fácil. Mucho menos si el vecindario supera el centenar de puertas, cada uno con su situación y su manera de pensar. Por eso no es de extrañar que entre los vecinos de la finca calcinada de Campanar hayan empezado a surgir las primeras tensiones, sobre todo si se tiene en cuenta el cansancio que arrastran y la difícil situación que están atravesando.

Las primeros diferencias saltaron el sábado, cuando los inquilinos que residían en este inmueble denunciaban que se les había echado de la reunión entre damnificados que habían convocado en el Valencia Palace, el hotel en el que están alojados muchos de ellos. El objetivo era abordar la estrategia a seguir en las siguientes semanas, pero algunos propietarios consideraban que los inquilinos «no pintábamos nada porque dicen que puede haber intereses distintos», lamentaba tras el encuentro Nancy Khawam, una mujer que vivía de alquiler en una de las dos torres. Como consecuencia de ese «desplante» se esfumó la posibilidade de que los afectados pudieran ir de la mano y raíz de ese día se empezó a hablar de bandos: propietarios e inquilinos.

«Ya no somos una comunidad»

Unos días después, los roces se han empezado a producir dentro del «bando» de los propietarios. Al parecer, ha sido la decisión de encargar un peritaje independiente al del seguro lo que ha provocado el conflicto entre los dueños de las casas.

Así lo asegura uno de ellos, que prefiere omitir su nombre. Según explica, el conflicto se debe a la aprobación de esta peritació independiente, «una decisión que carece de validez legal porque se tiene que decidir en una junta de vecinos y se hizo en una reunión». 

A este respecto, considera que no se han seguido los pasos necesarios que fija la ley para aprobar ese tipo de decisiones.Además, «Ya no somos una comunidad porque el edificio está en siniestro total y no hay nada que gestionar según me han dicho varios abogados». Así, advierte su intención de impugnar «si no se retractan». Asimismo, afea la decisión de los propietarios de excluir a los inquilinos de las reuniones «porque nos quita humanidad y aquí somos todos afectados.Tenemos que ir junto», zanja.

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