La situación de emergencia obliga a localizar y revisar los pozos de sequía

Pozo de sequía en una imagen de archivo

Pozo de sequía en una imagen de archivo / Levante-EMV

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Los embalses de la cuenca del Júcar han vuelto a ganar agua almacenada en la última semana, poco más de siete hectómetros cúbicos, pero las alertas siguen activadas. Especialmente en el norte de Castellón, donde el sistema Palancia continúa en situación de emergencia. De hecho, la Unió Llauradora ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que localice y revise todos los pozos de sequía que existen a lo largo y ancho del territorio valenciano. Un recurso este último, como el de la reutilización, ya contemplado por la confederación hidrográfica como avanzó Levante-EMV hace un par de semanas.

La organización agraria reclama a la Generalitat además del acondicionamiento de esta alternativa hídrica su legalización. «Los pozos de sequía existentes serán esenciales para garantizar el suministro de agua en las explotaciones agrarias», señalan, para incidir en que esta acción «proporcionaría una base legal para su uso». «Evitaría posibles complicaciones futuras», remarcan desde la Unió. «Hay que ver cuantos hay y en qué estado se encuentran», apuntaban ayer.

«Los pozos de sequía existentes serán esenciales para garantizar el suministro de agua"

Impacto muy negativo

La lluvia de este pasado lunes apenas tiene trascendencia, pues serían necesarios episodios más continuados y persistentes. «Sufrimos una inusual escasez de precipitaciones y temperaturas anormalmente elevadas que amenazan la estabilidad del sector agrario, generando un impacto muy negativo en la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias y causando pérdidas económicas considerables» insisten desde la Unió. «Las mermas productivas se suceden ya campaña tras campaña y en algunas zonas se está suministrando agua de cubas para el ganado», subrayan.

Escenarios de escasez

El adelanto a marzo de las comisiones de desembalse, que estaban programadas para abril, forma parte de las actuaciones iniciadas por el organismo gestor de la mayor parte de las cuencas de la Comunitat Valenciana con el fin de anticiparse a posibles escenarios de escasez de agua.

Los regantes de la zona del Palancia, con técnicos de la CHJ y del Instituto Minero.

Los regantes de la zona del Palancia, con técnicos de la CHJ y del Instituto Minero. / Levante-EMV

En estos momentos, de los nueve sistemas de la CHJ, están en situación de emergencia por la sequía el de Sénia-Maestrat y el de Palancia-Los Valles. El de la Marina Alta está en alerta y en situación de prealerta se encuentran otros cuatro: Marina Baja, Mijares, Serpis y Vinalopó. De momento, se salvan los sistemas Júcar y Túria.

Visita al Palancia

Miguel Polo, presidente de la CHJ, técnicos del Instituto Geológico y Minero de España, del Ayuntamiento de Jérica y de las comunidades de regantes del Jérica y del canal Teresa-Viver, estuvieron ayer visitando la zona para seguir la preocupante evolución en el río Palancia.

El Palancia a su paso por Jérica.

El Palancia a su paso por Jérica. / Levante-EMV

El conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, respondía rápidamente a la petición de la Unió señalando que en Bruselas habían insistido tanto al comisario Janusz Wojciechowski como a la Comisión Europea en la necesidad de activar medidas frente a los escenarios de escasez.«Estamos en un periodo de sequía intensa y somos una zona muy árida dentro de la Unión Europea», remarcaba. En cuanto a los pozos, señalaba: «Están para cuando no hay suficiente agua por otros sitios», añadía. En cualquier caso, incidía en que «con una interconexión de cuencas adecuada podríamos haber prevenido esto de otra manera».