Clima y agua

La presa de Viñuela mantiene desde 2023 la catalogación de embalse muerto.

La presa de Viñuela mantiene desde 2023 la catalogación de embalse muerto. / Fran Extremera

Jorge Olcina

Se han celebrado estos días las jornadas mundiales de la meteorología y del agua. Forman parte de la relación de días internacionales que nos recuerdan cada año la importancia de los temas que se conmemoran. En marzo coinciden estos dos días mundiales que tanta relación tienen. Las cuestiones atmosféricas y su vinculación con las reservas hídricas es una cuestión clave para el futuro del planeta. En nuestro país se notan ya las primeras evidencias de la irregularidad que están experimentando las precipitaciones en el contexto actual de cambio climático. En algunas regiones la tendencia de las últimas décadas es notablemente a la baja; en otras no se aprecia una tendencia clara; e incluso en algunas las medias anuales de lluvia son ahora más elevadas que las de hace unas décadas. Por eso, debemos ser prudentes en el manejo de los datos de precipitación a la hora de calibrar las reservas de agua futuras. Sea como fuere, la planificación hidrológica ya no se entiende sin la participación de investigadores conocedores del tiempo y clima y de la modelización climática. Los principios de la planificación del agua han cambiado. Las alteraciones que impone el proceso actual de calentamiento climático, de causa humana, nos obliga a primar la buena gestión de las demandas existentes como principio rector de la planificación hidrológica. Y la búsqueda de diferentes fuentes de suministro que reste valor a la precipitación como fuente principal de los abastecimientos es una apuesta responsable ante el futuro climático que se va manifestando.