Las farmacias alertan de la falta de bolsas de recogida de orina que afecta a miles de valencianos

El cierre de dos fábricas de producción en Europa está provocando problemas de distribución de bolsas de recogida de orina

Los pacientes con lesión medular muestran su "angustia" por la incertidumbre de disponer o no de un producto irrenunciable en su día a día

La farmacia Almenar de Burjassot es una de las pocas con existencias de bolsas de orina.

La farmacia Almenar de Burjassot es una de las pocas con existencias de bolsas de orina. / Loyola Pérez de Villegas

Lluís Pérez

Lluís Pérez

"Hay mucha falta de bolsas de orina. A veces llegan; a veces, no. Y si llegan lo hacen a cuentagotas". Es la situación que están padeciendo en una farmacia de l'Eliana (Camp de Túria) desde de febrero. No es una problemática aislada, sino que se ha generalizado desde hace un mes en muchas de las farmacias valencianas; también en Burjassot y en València ciudad. En una visita rápida a varias de ellas en una misma mañana, la respuesta es la misma una y otra vez: "Tenemos falta de suministro y los proveedores no saben cuándo se resolverá el problema".

Los farmacéuticos viven preocupados por poder seguir cubriendo las necesidades de sus clientes habituales y están haciendo malabarismos para evitar quedarse sin existencias. "Compruebo todos los días cuál es el número de existencias en el almacén y cuando las hay, compro para asegurarme tener en el medio plazo", explica Candelaria Almenar, farmacéutica en Burjassot. Lo hace para asegurar poder despachar el producto a sus clientes porque muchos de ellos las usan a diario para poder mantener su calidad de vida.

No hay un número exacto porque son varios los colectivos necesitados de ellas, pero se estima que solo en la Comunitat Valenciana, hay varios miles de personas afectadas por los problemas de distribución. Sólo en la Asociación de personas con lesión medular y grandes discapacidades físicas (ASPAYM) son 500 valencianos damnificados, pero las necesitan también los grandes dependientes, personas con problemas de próstata o incontinencia urinaria mecánica o por la edad, entre otros. "No tener bolsas crea incertidumbre y afecta a nuestra calidad de vida porque crece la angustia", explica el presidente de la entidad, Paco Florentino.

A la búsqueda de nuevos fabricantes

La falta de existencias es un problema al menos a medio plazo porque tiene, como principal causa, el cierre de dos de las fábricas europeas encargadas de la fabricación de las bolsas de orina. "Eran compañías de gran tamaño que suministraban a varias marcas en el mercado -, explica Julián Navas, farmacéutico del centro de información de medicamentos (CIM) del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (Micof) -. Los fabricantes están recurriendo a otras empresas, pero su capacidad de producción es menor y el stock se ve afectado".

Desde ASPAYM, explican que han propuesto a la Conselleria de Sanidad abrir el catálogo a otros fabricantes. "Hemos hecho un llamamiento para conseguir soluciones -, relata Florentino- y abandonar las controversias con las empresas privadas respecto a productos financiados".

Una caja de 10 bolsas de recogida de orina en la farmacia Almenar de Burjassot.

Una caja de 10 bolsas de recogida de orina en la farmacia Almenar de Burjassot. / Loyola Pérez de Villegas

Tipologías de bolsas de recogida hay varias: básicas, con válvulas antiretorno o de vaciado; marcas, otras tantas. De las que más faltan son de las que funcionan con válvulas y, también, de las de mayor tamaño: las de dos litros de capacidad, utilizadas para la recogida nocturna. También hay mayor problema con las cajas de 30 unidades que con las de 10, aunque esta cuestión abre el terreno a la especulación: "Creo que el laboratorio le quiere dar salida a las segundas porque el beneficio es mayor", apunta Almenar. El precio del paquete de 30 unidades cuesta 10,46 euros -el precio por unidad es de 1,04 €-, mientras que el embalaje con 10 bolsas de la misma marca y características se vende al público a 21,68 euros, a 2,16 € la unidad. La diferencia es notable. El coste no lo sufragan los usuarios, pero sí la administración.

La solución en el día a día

Ante la falta de existencias en su farmacia de referencia, comienza la peregrinación por los establecimientos o la búsqueda a través del teléfono. "Nos llaman todas las semanas entre 7 y 8 personas que no son clientes habituales preguntando si tenemos bolsas de orina e, incluso, de otras farmacias", cuenta el farmacéutico Tony Alcayde del barrio de Patraix.

La farmacéutica Almenar enseña una de las tipologías de bolsas de orina que aún tiene en su establecimiento.

La farmacéutica Almenar enseña una de las tipologías de bolsas de orina que aún tiene en su establecimiento. / Loyola Pérez de Villegas

Es así como los usuarios se buscan la vida; antes de recurrir a la reutilización de las bolsas, con el riesgo de contraer infecciones porque, aunque se limpie, puede haber restos de algún hongo. "No es lo recomendable, pero hay gente que no tiene más remedio", lamenta Navas. Otro de los recursos es apelar a la solidaridad. Así lo hacen en ASPAYM: "Estamos muy conectados y nos avisamos de en qué farmacias no hay -, cuenta Florentino-. O el que tiene alguna de reserva, la da a otro que la necesite. Es una maquinaria de apoyo y empatía entre nosotros".

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