Una rehabilitación "respetuosa" para el castillo árabe de Chera del siglo XII

Una jornada ha permitido conocer los hallazgos e historia de esta fortaleza crucial entre fronteras

Se construyó un foso para reforzar la seguridad y todavía quedan en los muros signos de ataques

«Es una restauración de los restos del castillo». Con esa aseveración explica Belén Ilarri, arquitecta de las obras del castillo de Chera, lo que se está llevando a cabo en este enclave fundamental en la historia de València: límite entre Castilla y el Reino de Valencia, la fortaleza se construyó en el siglo XII bajo el mando de los almorávides y fue sujeto a diversas reformas a lo largo de los siglos posteriores. Hasta ahora, cuando tras años de abandono, va a ponerse a punto con una rehabilitación «respetuosa y no invasiva»

Ayer, el vecindario de Chera pudo conocer de primera mano los trabajos que se llevan desarrollando desde noviembre y que terminarán, como plazo máximo, en abril. Fueron algo más de 70 personas repartidas en distintos grupos y por horarios, con guías de excepción: los propios trabajadores. «Es una intervención muy estudiada, científica y arqueológica, siguiendo la línea de las restauraciones de hoy, que tratan de consolidar las ruinas evitando que la degradación vaya a más, y tampoco reconstruyéndolo», explica Ilarri. 

Los trabajos se han centrado en la excavación de la planta, compuesta por cuatro torres en los extremos y una central. La tierra, la vegetación y los desprendimientos habían tapado los muros, y con esta primera fase se han ido descubriendo. No ha habido ninguna intervención en época contemporánea, por lo que todo el trabajo estaba por hacer. 

El hallazgo más importante ha sido el de encontrar la puerta de acceso o lo que queda de ella, que son los restos en los muros que sostenían la madera, como el umbral o el quicio. Eso da pistas para saber por dónde subían a la loma donde se encuentra y desde donde se tiene una vista privilegiada del territorio, conectado a distancia con Chulilla y Turís

Lo explica uno de los dos arqueólogos al mando, Quique Dies. «En el Reino de Valencia era el último castillo, controlaban el paso natural entre Requena y Chulilla», dice. Además, asegura que se pueden ver todavía los ataques en el muro principal, por lo que más tarde se cavó un foso y se elevaron aún más las torres para mejorar la defensa.«Hay que huir de la visión del cine, en estos castillos las guarniciones no tenían más de una decena de personas en tiempos de paz; si había guerra, se desplazaban de otros castillos para reforzar», explica el arqueólogo. 

De ahí que el castillo no guarde ningún tesoro y no se haya producido ningún hallazgo sorprendente, más allá de unas tinajas de alimentación que no han sido puestas en valor hasta una nueva campaña de excavación. 

Una vez terminada esta fase, el objetivo es poner en valor para la ciudadanía este enclave en plena cuna del senderismo valenciano. Habrá una ruta circular que incluirá el acceso al castillo, y ayer, en el primer acercamiento del pueblo de Chera a su castillo, se explicó cómo funcionaba usando analogías a través de los resultados que han abocado los trabajos. Ilarri también explica que se va a ampliar el entorno del Bien de Interés Cultural que tiene el castillo junto a las sendas históricas que se han encontrado.