Caixa Ontinyent es la nueva propietaria del Hotel Kazar de la capital de la Vall d'Albaida. Así lo confirmó ayer a Levante-EMV la familia que regenta el alojamiento, ratificando que «hemos llegado al acuerdo con Caixa de Ontinyent para trasmitir la totalidad de las acciones de nuestra empresa Hotel Kazar, SL». La caja de ahorros asume así la gestión del establecimiento hotelero, aunque los primeros días trabajará conjuntamente con la actual dirección y después se encargará de la gerencia en solitario.

Los hasta ahora propietarios del hotel de cuatro estrellas, la familia Tortosa Company, no esconden que la decisión de traspasar el negocio «es muy dolorosa», pero afirman que «llegado a este punto, no hay otra salida mejor». Han estado negociando con empresas nacionales e internacionales para la transmisión de la empresa y finalmente, «tras duras y largas negociaciones» recalcan, han llegado al acuerdo con Caixa Ontinyent, la única caja de ahorros valenciana y un referente en el territorio. Los propietarios del alojamiento explican que se han decantado por la caja que preside Antonio Carbonell porque «es la única que nos garantiza seguir ofreciendo o mejorar los servicios del hotel, salón de banquetes y reuniones», unos servicios que según la familia Tortosa Company «Ontinyent necesita, y más siendo la capital de la Vall d'Albaida». Caixa Ontinyent va a continuar con la actividad hotelera en las instalaciones.

La plantilla mantiene su trabajo

Un punto clave en las negociaciones ha sido el futuro de los empleados del hotel. Los propietarios perseguían que la nueva gerencia asumiera la actual plantilla y con Caixa Ontinyent este objetivo se ha cumplido, remarcan. La entidad financiera dirigirá el hotel con el actual personal e incorporando otros con experiencia en el sector. Los actuales empleados mantendrán, además de su puesto de trabajo, las «categorías y derechos adquiridos», aseguran los Tortosa Company. Así, seguirán el chef David López Santamaría; el segundo de cocina, Dimas Jordá Castilla; la jefa de recepción, Ángela Gandia Calabuig; la maître, Viviana Tapia Granja; Cristina Castelló López, camarera de pisos, y el resto del personal, a los que los hasta ahora propietarios han agradecido su trabajo. «Sin ellos el Kazar no sería lo que es, un referente para Ontinyent, ya conocido mundialmente».