La ciudad de los palacios, en el olvido

Xàtiva acumula más de una veintena de grandes casas señoriales abandonadas, en venta y en un precario estado de conservación

El recorte de la inversión de 3,1 millones del Consell para comprar 15 inmuebles aleja una oportunidad para revitalizar el casco antiguo

Palacios y caserones abandonados y a la venta en Xàtiva

Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

«Se vende casa noble de 500 años para reformar». «Oportunidad única: palacio de noble». «Se ofrece casa con historia en un antiguo convento». Este tipo de anuncios abundan en Xàtiva, ciudad por privilegio real desde hace casi siete siglos y efímera cuarta provincia que atesora el segundo casco antiguo más grande de la Comunitat Valenciana y al menos una veintena de palacetes urbanos y casas señoriales deshabitadas, cayéndose a trozos y a la venta.  

Suelen ocupar más de mil metros cuadrados de superficie construida, cargan con siglos y siglos a cuestas y sus propietarios quieren desprenderse de ellos porque no pueden o no quieren asumir el coste de rehabilitar y mantener unos armatostes de tales dimensiones, cuyas paredes ocultan estancias al borde de la ruina entre arcos góticos, artesonados medievales, imponentes patios, viguerías de madera o escaleras renacentistas. Por la misma razón, a estas propiedades les cuesta encontrar compradores: muchos carteles de «se vende» llevan años cogiendo polvo. 

Otros edificios se han convertido en pisos turísticos y alojamientos o están en proceso de hacerlo. Escasean, en cambio, los promotores dispuestos a transformarlos en varias viviendas, una dinámica más habitual antes de la crisis de 2008. Y luego hay casos muy excepcionales, como la familia que ha adquirido ya cuatro caserones históricos para rehabilitarlos o el matrimonio de ingleses que compró en 2020 la Casa Fabra, junto a la Seu.

En un contexto en el que el casco antiguo de Xàtiva ha perdido un 20 % de población en las últimas tres décadas, con los precios de la vivienda por las nubes y con una oferta muy limitada de pisos en arrendamiento, en 2021 se abrió un claro de luz en medio de tanto nubarrón cuando la iniciativa de la asociación Amics de la Costera de impulsar un parque de vivienda joven en el centro histórico arrasó en la primera edición de los presupuestos participativos de la Generalitat.

Tras analizar un listado de 150 propiedades vacías, el Consell del Botànic se comprometió a invertir 3,1 millones de euros en la compra de 15 inmuebles con la idea de habilitar 45 viviendas a precios asequibles. Al acabar el mandato, hace un año, la administración autonómica había cerrado la adquisición de 5 casas y pactado la compra de otras 4 con sus propietarios. Entre ellas figuraban dos importantes edificios que suman 2.145 m2:la casa señorial de los Sanç de Sorió, datada del s.XIV, y la casa de la familia Matéu, heredera del prestigioso tipógrafo e impresor Blai Bellver.

Tres palacetes se hallan en la Lista Roja de patrimonio en peligro y el consistorio alega que hace todo lo que puede

Tras el cambio de gobierno, sin embargo, la Conselleria de Vivienda ha recortado la inversión y solo se ha mostrado dispuesta a rehabilitar los 5 inmuebles ya adquiridos para transformarlos en viviendas.Un jarro de agua fría que, para los defensores de la iniciativa, supondrá enterrar una oportunidad de oro para impulsar la reactivación del centro histórico de Xàtiva. 

De momento, la Lista Roja de Patrimonio en peligro incluye tres casas-palacio entre los once inmuebles históricos de la ciudad víctimas de deterioros y derrumbes que hacen temer por su desaparición. La Casa de los Sanç, que la conselleria ha rechazado comprar y que alberga elementos de gran valor, es una de ellas. Se ubica en la calle Montcada, antiguamente considerada como la más señorial y noble de Xàtiva y ahora una de las vías con más casas deshabitadas y en venta.  Los otros dos palacetes declarados en riesgo son el construido por orden del barón del Sacro-Lirio en la calle Engai, de propiedad municipal, y el del procurador Luis Cerdà en la calle Roca, que ocupa 1.500 m2, data del s.XVIII y ha sufrido desprendimientos que han dejado el tejado a la intemperie. 

Palacios sin protección específica

El equipo de gobierno ha alzado la voz contra la decisión del Consell y no comparte la alternativa ofrecida de ceder suelo público para levantar viviendas a través del Plan Vive. Alegan que el consistorio hace todo lo que puede, pero admiten que los recursos municipales son insuficientes para salvaguardar el inmenso patrimonio inmueble que tiene la ciudad. Ejemplo de ello son la antigua estación de tren o la ermita deSant Antoni, ambas en ruinas. La última gran adquisición municipal fue el antiguo convento de Santa Clara, por 2 millones.

Mientras tanto, el ayuntamiento ha reforzado la disciplina urbanística y emite decenas de requerimientos y multas cada mes por la falta de conservación de casas por parte de particulares, bancos o incluso de la Iglesia. Pero el imparable deterioro continúa a marchas forzadas. Ningún palacio ni caserón histórico de Xàtiva está declarado Bien de Relevancia local. El Plan Especial del casco antiguo, que multiplicaba por cinco los edificios con protección específica, lleva casi tres años pendiente de la aprobación de la Generalitat. 

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