Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

DES DELS ALFORINS

esta temporada colgamos la escopeta

Este año no cazamos, podemos dar la temporada por finalizada, sobre todo, los que salimos a cazar a otras comunidades autónomas y que este vez tendremos que quedarnos forzosamente en casa. Las restricciones impuestas para frenar los contagios por la COVID-19 nos impide a muchos cazadores desplazarnos a otras comunidades autónomas, como es el caso de Castilla La Mancha, que sí que va a permitir, sin embargo, la caza de aquellas especies en las que haya sobreabundancia como es el caso del conejo y de algunas especies venatorias de caza mayor como: jabalí, ciervo, corzo, cabra o muflón.

Días atrás, el gobierno regional de García- Page, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, ublicaba en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha una resolución de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad por la cual se permite la caza de diversas especies como actividad necesaria debido a su sobreabundancia.

La perdiz no entra en este grupo de especies cinegéticas, así que habrá que esperar a que se levante el cierre perimetral que han decretado muchas autonomías para poder salir a cazar. Y eso va para largo. Con la temporada bastante avanzada, ya se ha terminado el mes de noviembre y encaramos las fiestas navideñas, es muy poco probable que este año vayamos a cazar a tierras manchegas.

El problema lo van a tener también las granjas de perdices que sirven para repoblar cotos y que ante esta coyuntura se encuentran en una situación muy difícil. Si no hay cazadores, no se sueltan perdices, con lo cual muchas de estas instalaciones no van a poder afrontar los gastos y se verán abocadas al cierre. Tener que mantener miles de perdices en las granjas no es rentable si no hay un futuro claro.

Cada vez son más los cotos que sueltan perdices ante la paulatina desaparición de la perdiz salvaje. Son los llamados cotos de caza intensiva. Allí toda la perdiz es de suelta. Los hay que sueltan las perdices en septiembre, antes de que empiece la temporada cinegética para que se vayan adaptando al terreno y sean lo más parecidas a las perdices salvajes. Cuando termina la temporada muchas de estas perdices crían, con lo cual el coto se va regenerando y esa perdiz ya es semisalvaje. Otros, en cambio, llevan a cabo la suelta el mismo día de la cacería. Y lo hacen según el número de perdices que hayan contratado los cazadores.

La perdiz autóctona o salvaje ha ido desapareciendo por muchos motivos, fundamentalmente porque se ha acabado con su hábitat. Ya no hay linderos ni zonas donde puedan criar. Al menor asomo de hierba o maleza pasamos el tractor. La agricultura intensiva con fertilizantes cada vez más agresivos y nocivos para el medio ambiente ha sido la puntilla. Además de la proliferación de alimañas como el zorro o el jabalí. Todo ha jugado en contra de la perdiz.

Compartir el artículo

stats