Espanyoleto planta las primeras fallas accesibles e inclusivas de Xàtiva

La comisión incorpora herramientas sonoras, pictogramas y lenguaje de signos a sus monumentos para que puedan ser entendibles por todas las personas con diversidad funcional

Xàtiva. Falla Espanyoleto

Xàtiva. Falla Espanyoleto / PERALES IBORRA

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Las fiestas falleras y todo lo que conllevan son vividas a menudo con incomprensión por las personas con diversidad funcional. Que ningún obstáculo le impida a nadie disfrutar de sus monumentos es la misión con la que la comisión Espanyoleto se lanzó a la aventura de diseñar la primera falla totalmente accesible, inclusiva y diversa de Xàtiva.

La artífice de esta iniciativa pionera en la ciudad es la fallera Andrea Torres, maestra de audición y lenguaje en un colegio de educación especial. La idea llevaba tiempo madurándola y para su ejecución se apoyó en una compañera también fallera de Alzira, donde los monumentos accesibles e inclusivos llevan unos años asentados.

El proyecto desplegado en el Espanyoleto transforma la crítica fallera en pictogramas para acercar su comprensión a las personas con discapacidad intelectual o trastornos del espectro autista, a tiempo que permite escuchar la explicación de la falla a los invidentes y leerla a través del lenguaje de signos a las personas con discapacidad auditiva mediante una aplicación a la que se accede con el móvil desde un código QR.

"El objetivo es que cualquier persona pueda disfrutar de la fiesta y que la falla se haga accesible para todo el mundo", resume Andrea Torres. "Las personas con diversidad funcional ven la parte artística de los monumentos, pero se pierden la parte de la sátira. Hemos querido que se pueda disfrutarse en lenguaje de signos, de forma auditiva y visual y con pictogramas que simplifican la idea general de la crítica en verso, más difícil de leer y entender", apunta la fallera y maestra.

La falla mayor del Espanyoleto.

La falla mayor del Espanyoleto.

Una muy buen acogida

En el Espanyoleto están muy contentos con la "muy buena acogida" que está teniendo la iniciativa en los primeros compases en los que la falla adaptada ha cobrado vida y ha podido contemplarse por los transeúntes de la plaza y el público general.

La actuación, eso sí, ha costado lo suyo. "Necesitas ayuda y a gente relativamente experta. Los pictogramas no se ponen y ya está, sino que tienen que tener una estructura y requieren bastante tiempo de dedicación", observa Torres, que invita a la gente a acercarse a los monumentos de la falla que lleva el nombre del gran pintor de Xàtiva.

La falla grande de Espanyoleto de este año lleva el sello del artista de Xirivella Sergio Lis y se ha bautizado como "No hi ha que ser adiví".